Riesco encara el año preelectoral con tres grandes asignaturas pendientes

Con una oposición bastante diluida por su incapacidad para articular una alternativa de ciudad y menos aún de transmitirla públicamente, el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, encara sin embargo el 2010 como un ejercicio preelectoral decisivo en el que tendrá que hacer frente a las grandes apuestas del PP para la capital berciana, que siguen pendientes y la mayoría de ellas prácticamente sólo sobre el papel.

En total son tres los proyectos que deberían empezar a afanar al actual regidor en su probable camino hacia la reelección como candidato popular. Y todos ellos dependen en buena medida de la financiación sobre todo de la administración autonómica para que al menos la ciudadanía pueda percibir cierto grado de ejecución de los mismos en las puertas de los comicios locales del 2011.

Aunque en enero se iniciaron las obras del Centro de Formación Integrada, que será una de las infraestructuras del parque de la Juventud, lo cierto es que el desarrollo de los terrenos conquistados a la vieja montaña de carbón sigue siendo el equivalente a cero. Con doce meses por delante el ejecutivo municipal debería, como poco, llevar a efecto la urbanización de los 322.000 metros de nueva zona verde que conectará la zona del Toralín con el barrio de Compostilla.

Parque Pajariel. La otra asignatura preelectoral pendiente de Riesco y su equipo está aún menos madura. El parque forestal del Pajariel, presentado pomposamente con la presencia de la propia consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, está presupuestado en 7,5 millones de euros e incluye dotaciones tan simples como terrazas recreativas y merenderos, hasta áreas de cabañas y acampadas, pero también alguna tan compleja como el teleférico que uniría el parque del Temple con la cima del gran pulmón ecológico de la ciudad.

En tercer término, en el punto de mira de lo que los ciudadanos podrían echar en cara al actual equipo de gobierno del PP a año y medio de las elecciones se sitúa el impulso al Morredero como estación no sólo invernal sino de esparcimiento para cualquier tipo de actividad de montaña y durante cualquier estación del año. El último paso dado por el ejecutivo Riesco en este campo ha sido la contratación de un plan muy específico de viabilidad y de usos a una consultora especializada.

Caso Morredero. En este caso, el presupuesto original contemplado para empezar a actual sobre más de 57 hectáreas de terreno se dispara hasta los 33 millones de euros. Buena parte de los cuales se emplearían en el acondicionamiento de 17 kilómetros de pistas esquiables.

Para un gobierno local que siempre se ha distinguido -”para ofuscación de sus rivales políticos-” por un alto grado de cumplimiento de sus compromisos electorales, las tres intervenciones citadas parecen ahora mismo cuestiones de ardua materialización, aunque sólo sea de modo parcial debido a las dimensiones de cada una de ellas.

La falta de fondos propios con los que maniobrar por parte del Ayuntamiento y las dificultades de tesorería generalizada en cualquier administración supramunicipal, incluida por su puesto la Junta de Castilla y León, colocan a Riesco y a su equipo en la salida de una contrareloj complicada.

No tanto a la hora de defenderse de las posibles hostilidades del principal grupo opositor -”los socialistas siempre han calificado los proyectos de «megalómanos» y nunca los ha respaldado de forma abierta-” sino a la vista de los potenciales votantes a los que la gestión de glorietas y urbanizaciones en masa ha dejado hace tiempo de ilusionar de manera tan desaforada como acaeció en los primeros mandatos de Ismael Álvarez.