Tres ayuntamientos en el filo

Dos mil quinientos euros en caramelos. Es uno de los ejemplos de gasto superfluo durante el año 2008 que la agrupación de Izquierda Unida en Fabero denunciaba esta semana para criticar el «caos contable» de las cuentas del municipio que gobierna el socialista Demetrio Alfonso Canedo, donde al día de hoy, y después de registrar un déficit de tesorería de hasta 1,6 millones de euros en el 2009, la oposición desconoce la cuantía de todas las facturas pendientes de pago.

La situación todavía es más grave en Cacabelos, con el alcalde socialista José Manuel Sánchez, y su equipo de gobierno respondiendo ante los tribunales por las denuncias de la oposición, -”con el PP denunciando de malversación de fondos y apropiación indebida, e IU, falsedad documental-” y sin que los grupos políticos se pongan de acuerdo en la magnitud de una deuda que según los populares supera los cinco millones de euros pero que el regidor ha negado por desorbitada.

El triunvirato de ayuntamientos bercianos cercados por las deudas lo completa el de Villafranca, con el equipo de gobierno del popular Agustín García Millán apretándose el cinturón para poner en marcha un plan para cumplir poco a poco sus compromisos con sus proveedores y evitar al menos que la deuda acumulada de tres millones de euros siga creciendo.

Con el Estado reduciendo sus aportaciones a los municipios -”Plan E al margen-” el Ayuntamiento de Fabero aprobó esta semana un presupuesto de apenas 4,1 millones de euros, cuando se prevée que los ingresos sean de 5,7 millones, para equilibrar así las cuentas. Pero a IU la medida le ha parecido insuficiente y no ha tardado en denunciar que las facturas pendientes de pago «pueden superar los 300.000 euros», con proveedores que llevan cuatro años reclamando y que ya se niegan a servir material.

Para IU, la solución de Fabero pasa por recortar el sueldo del alcalde y de los cuatro tenientes de alcalde. Pero en Cacabelos, van aún más lejos, y el PP especialmente sospecha que detrás de la gestión de Sánchez puede haber delitos. Con un informe del Consejo de Cuentas de Castilla y León que se queja de la falta de colaboración del equipo de gobierno, IU preguntando en qué se ha gastado el PSOE el dinero durante todos estos años y la juez que instruye las denuncias del PP pidiendo un peritaje policial de las cuentas, el elevado endeudamiento municipal no es el mayor de los problemas del alcalde.

Al menos en Villafranca comienzan a ver la luz y el plan de pagos puesto en marcha por Agustín García Millán ha servido para que empiecen a cobrar los proveedores. «El objetivo es paralizar el incremento de la deuda. Resolverla en un sólo mandato es imposible si no nos toca la lotería», reconoce.