Reportaje | MANUEL FÉLIX
La Placa revaloriza la androlla
El periodista Ángel Osorio ofició de primer mantenedor y contó como pasó con 17 años por la aduana de Nueva York a México el embutido camuflado en una barra
Cuando tenía 17 años viajó desde el Bierzo a México a ver a su tío y logró atravesar dos aduanas -entre ellas la de Nueva York- con una androlla camuflada en una barra de pan y un lomo de cerdo embuchado en una pequeña hogaza. Hoy, con la nueva seguridad de los aeropuertos, sería impensable, pero el protagonista de esta historia cotidiana llegó a sorprender a su tío el mexicano, dado que ni éste había sido capaz de pasar un trozo de mortadela por la frontera.
Fue Ángel Osorio, periodista que desde hace años lleva los asuntos del gabinete de comunicación del Ayuntamiento de Ponferrada el que rememoraba en la noche del viernes su peripecia en el pregón que ofició como primer mantenedor de la recién nacida fiesta de la androlla, en el barrio de la Placa. El consejo para despistar a los agentes de aduanas se lo dio su madre y su tío el mexicano pudo probar en aquellos tiempos este manjar relanzado ahora por los paisanos de La Placa. Una fiesta que quiere potenciar la Cofradía del Carmen, la asociación de vecinos el Carrascal y el Club Ciclista Villanueva.
La androlla -les dijo Osorio a los 160 comensales reunidos en el centro cívico de La Placa- es un embutido de cueros exclusivo de la zona. El periodista reivindicó la androlla del Bierzo, completamente diferente a la gallega de O Bolo, que lleva huesos, o a la asturiana de Navia de Suarna, que lleva cueros y huesos. Sólo se elabora en casa y el primer mantenedor de esta fiesta contó a los comensales que existe otra en Italia, que se llama «cotechino», pero que lleva más especias y sin pimentón. La gente disfrutó de lo lindo y como se quedó pequeño el local, para el próximo año ya piensan agrandar el evento. La cena fue a base de androlla cocida con cachelos y garbanzos, más el cordero.