Todos los agentes sociales se unen para movilizarse por el AVE berciano
El presidente del Consejo Comarcal rectifica ante el planteamiento del consejo asesor del CES y confirma que estará en la manifestación antes de este verano
El presidente del Consejo, de espaldas, ayer tarde junto al resto de integrantes del CES, empresario
Cambio de rumbo, con firmeza y unidad. Finalmente el Bierzo se movilizará para reivindicar la llegada y su paso por Ponferrada hacia Galicia de un auténtico tren AVE. No sirve ya el planteamiento actual de la línea de ferrocarril «híbrida», para mejorar el transporte de mercancías y pasajeros, defendida desde el Ministerio de Fomento. Y la movilización -”que habrá que concretar-” será en cualquier caso de inmediato, antes de las próximas vacaciones de verano.
Todo este planteamiento quedó ayer patente y de manifiesto al término de la reunión del Consejo Económico y Social, el organismo asesor del Consejo Comarcal del Bierzo, en donde están presentes los sindicatos de la comarca, las asociaciones de vecinos, las dos patronales, así como otras entidades gremiales como los economistas.
El presidente del CES y a la vez del Consejo Comarcal del Bierzo, el socialista José Luis Ramón, fue claro. Dijo que estará «al frente, en medio o en el pelotón» de la manifestación, y será para reivindicar «un auténtico AVE», dado que el mandato de todos los integrantes del CES era rotundo y unánime en ese sentido.
A partir de ahora se han dado un plazo de «unos quince o veinte días» para volverse a reunir y utilizar este tiempo para contactar con todas las partes y ver cómo llevar a efecto las medidas de presión. Se tratará de hacer cambiar de opinión al ministro de Fomento José Blanco, en definitiva al Ejecutivo Zapatero. Los encargados de transmitir ese malestar serán los diputados y senadores de la provincia de León, y en concreto los más allegados del Bierzo. Desde el CES se les ofrecerá este mandato «para que trabajen por los intereses del Bierzo». Y como cuestión reivindicativa imprescindible estará el lograr el AVE y también las autovías a Orense y a Asturias. Todas las partes son conscientes de la delicada situación económica y admiten aplazar el proyecto unos años, pero no a renunciar a él como se había hecho hasta ahora, aceptando el «tren híbrido».