Agenda de población
Silla baja | josé a. de paz
El documento niega la mayor: no hay despoblación en nuestra comunidad, ni huida de los jóvenes en busca de empleo. Según las previsiones de la Junta, el pasado mayo nuestra comunidad sería líder en creación de empleo en Europa. Pero ese despoblamiento no cedió ni siquiera en el 2004 cuando la población española creció en 900.000 personas
La agenda es un catálogo de buenas intenciones que chocan con la realidad de este desierto europeo que ya es nuestro territorio rural, cuyo futuro se viene vinculando a parecidas recetas siempre desconectadas de una global ordenación del territorio: la reserva ecológica, el turismo rural, la selvicultura, donde la agricultura y la ganadería, especialmente en las comarcas mineras, son residuales. En otras aún se manifiestan, como la semana pasada en Valladolid, algunos agricultores contra la reforma de la PAC que exige dedicación a tiempo completo para recibir las ayudas, asunto que afectará a 9.000 leoneses, aunque no es nada nuevo, por ser consustancial a ese régimen especial desde su creación, la dedicación personal habitual y directa. Es cierto que esa reforma incluye medidas protectoras en línea con la iniciatica Leader plus del 200, según la cual no existe mundo rural posible sin agricultores y ganaderos .Otras medidas, como lamodificación de nuestra ley de ordenación del territorio, más bien parece encaminada a facilitar recalificaciones urbanísticas o explotaciones a cielo abierto, ninguneando ayuntamientos.
La Agenda no analiza las ayudas mineras y su funcionamiento como ayudas sustitutorias, no adicionales, destinadas a vestir el santo con ropa ajena, sin merma del presupuesto de la Junta, 10.000 millones. La fusión de municipios debería ser un instrumento clave para ofrecer mejores servicios y financiación a los rurales en una comunidad donde baste decir que la provincia de Burgos tiene 485 municipios, frente a 78 de Asturias, o los 277 de Dinamarca.
El deterioro del Oeste comunitario, para quienes lo gobiernan desde hace 25 años, obedece a una ley metafísica según la cual por donde el sol se pone declina el desarrollo. Así será mientras nos gobiernen los mismos que lo han hecho en los años de más profundas mutaciones poblacionales, sin mudar ellos.