El agua del Sil ya baja limpia, pero los contribuyentes lo notarán en octubre
Aqualia presenta las mejoras en la estación depuradora de Villadepalos, cuya actividad sufragarán 85.000 habitantes con una tasa fija trimestral de 7,52 euros
La presidenta de la Mancomunidad, el gerente de Aqualia y los alcaldes, ayer en la Edar.
Las aguas residuales que vertían al Sil y sus afluentes los 85.000 habitantes de Ponferrada, Camponaraya y Carracedelo se depuran ya al cien por cien. La concesionaria de la estación depuradora de aguas residuales (Edar) de Villadepalos, Aqualia, presentó ayer el servicio y las mejoras que se afrontarán en los próximos meses para optimizarlo.
La dirección de la empresa filial de FCC lo hizo en un acto en el que también participaron los máximos representantes de la mancomunidad constituida inicialmente para poder poner en marcha una instalación en la que se invirtieron más de 60 millones de euros, pero que nació con relevantes deficiencias y dudas políticas sobre su gestión.
Los políticos precisamente, los alcaldes de Camponaraya, Carracedelo y Ponferrada, fueron junto a la presidenta de la citada mancomunidad, la edil ponferradina Encina Pardo, los que explicaron cómo la actividad de la depuradora se dejará notar pronto y obligatoriamente en el bolsillo de los contribuyentes.
Aunque los ciudadanos recibirán desde esta semana a domicilio folletos muy detallados sobre la tasa con la que se sufragará la limpieza de los cauces, Antonio Canedo, Raúl Valcarce, Carlos López Riesco y la propia Pardo, avanzaron en trazo grueso la fiscalidad del nuevo servicio.
La factura trimestral la comenzarán a recibir los usuarios a partir del tercer trimestre. En torno a octubre. Y se compondrá de una cuota fija trimestral de 7,52 euros y una variable de 0,26 euros por metros cúbico consumido -”algo que se detalla en la factura del agua-”. Dichas cantidades se elevan hasta los 10,02 de fijo para los usuarios no domésticos, y hasta los 0,34 euros por metro cúbico para la suma variable. Los alcaldes y la presidenta de la Mancomunidad para el Tratamiento de las Aguas Residuales del Bajo Bierzo expresaron su convencimiento de que la tasa no se convertirá en un arma política arrojadiza por cuanto está claro que mantener la calidad de las aguas en los ríos tiene un coste inasumible sino es por la vía contributiva.
El director regional de Aqualia, Juan Carlos Rey, acompañado por el director de la planta, David Prada, resumió en tono coloquial lo que podrá costar al usuario mantener limpios sus ríos: «Lo que tres o cuatro cafés al mes», sintetizó el ejecutivo de la compañía.
Dieciséis empleos. Ahora mismo la estación de Villadepalos (Carracedelo) está devolviendo al río Sil, limpios, 55.000 metros cúbicos de agua, procedentes de una población de 85.000 habitantes. Un 70% del que es su objetivo poblacional final.
El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, también llamó la atención sobre los nuevos 16 puestos de trabajo que sostiene la planta y que auguró que crecerán muy pronto.