La Miño-Sil abre una investigación para descartar posibles vertidos
Técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil visitaron ayer diversos puntos del río Cúa a fin de detectar la existencia de algún tipo de vertido. Algo que no ocurrió. Los análisis realizados no concluyeron la existencia de residuos derivados de la actividad minera, como muchos presagiaron en un primer momento. «Lo más probable es que se deba a las tormentas registradas», aseguraron fuentes del organismo hidrográfico.
No obstante y teniendo en cuenta los antecedentes registrados en el río Cúa, la Confederación «ha abierto una investigación y se está estudiando la situación». Se trata de un punto conflictivo por la proximidad de balsas de lavado de carbón y una explotación a cielo abierto en la zona de Fabero, de ahí que sea preciso descartar problemas mayores. Si como todo apunta, el origen de la suciedad son las tormentas y el estado del suelo forestal no será necesario poner en práctica ninguna medida especial.