Reportaje | S. R. Gallardo
Seis playas sin mar
Las zonas de baño de los ríos bercianos se ponen a punto
Los días pasados han sido los más calurosos de lo que llevamos de verano en El Bierzo. Una de las alternativas posibles para aguantar el calor es acercarse a alguna de las playas fluviales de diferentes municipios de la provincia y bañarse en el río Sil, el Valcarce o el Boeza. Sin embargo, no todas están abiertas o en perfecto estado, debido sobre todo a la suciedad y el barro arrastradas por las aguas desde las masas forestales de Peranzanes, que ha afectado al caudal del Cúa.
Una de las más famosas y donde se acercan a bañarse gran parte de los ponferradinos es la playa de Molinaseca, que lleva abierta desde hace un par de semanas. El alcalde, Alfonso Arias, comentó que este año han hecho alguna pequeña reparación y han aumentado un trozo de jardín y acera para mejorar la comodidad de los cientos de personas que disfrutan año tras año del río Meruelo, junto al puente romano.
Otra ubicación privilegiada es la de la playa fluvial de Villafranca del Bierzo, en un entorno tranquilo y natural. Las compuertas llevan ya cerradas un mes y la mayor parte de los visitantes de fuera del municipio proceden de Ponferrada. Durante el resto del año, es un área de recreo, del mismo modo que Toral de los Vados, cuya playa se utiliza como parque, con una atención de riego y segado. Las instalaciones en Toral incluyen duchas, canchas de vóley-playa y servicios de bar en los meses de verano. Además, es una buena manera de potenciar el turismo de interior, ya que cuenta con zonas lúdicas y de paseo para patines y bicicletas.
La playa de Folgoso de la Ribera también se está empezando a llenar de gente estos días. Para el alcalde, José Manuel Otero, es «la mejor obra» del pueblo. Alberga además un campamento de niños y es el escenario de una concentración de pendones.
Los problemas de hace unas semanas por la suciedad del río Cúa han provocado que algunas de sus playas fluviales tengan que ser limpiadas de nuevo. Es el caso de Vega de Espinareda, que ya está abierta y que puede albergar a varios cientos de personas. También Cacabelos sufre las consecuencias. En su playa fluvial todavía queda suciedad, sobre todo barro. Otros municipios del Bierzo cuentan también con playas, pero muchas de ellas todavía están cerradas hasta más entrado el verano.