Diario de León

Crónica | c. fidalgo

Amor de Despistaos

La banda de Guadalajara actuó ante casi dos mil adolescentes

Dani Marco, vocalista de Despistaos, anoche al comienzo del concierto en el Auditorio.

Dani Marco, vocalista de Despistaos, anoche al comienzo del concierto en el Auditorio.

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Cantaban Después de disimular . Y nunca mejor dicho, tuvieron que hacerse los despistados y disimular, porque el sonido se les fue al garete en la segunda canción. «¡Que se ha roto algo!, ha sido uno de vosotros seguro!», le dijo con humor a su público Dani Marco, el vocalista de Despistaos. Y no importó, porque el público, de quince años, estaba entregado, se sabía las letras en muchos casos, y con los acordes de la tercera canción, todo quedó olvidado.

El de anoche en el Auditorio de Ponferrada fue un concierto para adolescentes, como el título de aquella canción de Los Pecos, que hace treinta años traían locas a las jovencitas, madres de las niñas que hoy escuchan la música de Despistaos; los de la canción de la serie de televisión Física y Química , la banda de pop-rock de Guadalajara que canta canciones de amor. «Al final me cansé de quererte,/ de la bronca del domingo,/ de vivir a la sombra siempre», entonaba Dani Marco antes de la pifia. Rock suave, pop blando, acordes de guitarra que prometen y que dejan paso a letras fáciles, a poses sobre el escenario ante algo menos de dos mil adolescentes y algunas madres, según datos de la organización. Así comenzó el concierto. Y así debía terminar, si nada se salía otra vez del guión, al cierre de esta edición.

El directo de Despistaos en un Auditorio salpicado de quinceañeros y de algún que otro despistado de verdad, con treinta años y camiseta de Iron Maiden, empezó con temas del último de sus álbumes. Titulado Cuando empieza lo mejor , reúne trece canciones de amor y desamor. Como Desde que nos estamos dejando , que abrió el concierto minutos antes de las once de la noche con una historia de novios que ya no se quieren y riñen. «Dime cuantos besos me he perdido/ desde que nos estamos dejando./ Juro que no estoy arrepentido/ pero tú no lo tienes tan claro», decía el estribillo. ¿Y cuándo empieza lo mejor?

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