Arranca la campaña del pimiento asado con unas previsiones de 150.000 kilos
El Consejo Regulador de la IGP Bierzo teme que repuente el envasado sin control del producto, que estos momentos presenta un estado sanitario óptimo
El trabajo temporal, sobre todo femenino, marca cada año la campaña del pimiento asado.
El pimiento del Bierzo destinado a la transformación y envasado una vez asado tradicionalmente afronta la temporada con perspectivas optimistas en cuanto a la cantidad y la calidad del producto. El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Pimiento Asado del Bierzo levantó ayer oficialmente la bandera de salida de la campaña 2010.
El propósito inicial es que la cosecha que se destine a la transformación en las empresas amparada por la IGP ronde los 150.000 kilos. Los técnicos del Consejo Regulador comienzan a partir de ahora con las inspecciones en la recepción y la elaboración de la materia prima en todas las industrias de la comarca que se ocupan del pimiento asado.
La duración de la campaña lo marcará la maduración del pimiento. Aunque se espera que sea gradual a lo largo de la semana que viene. «Será la meteorología de las próximas semanas la que marcará la aceleración de la campaña y sobre todo el éxito de la misma», indicaron a este periódicos fuentes del Consejo Regulador. En la campaña del pimiento asado se emplean cientos de trabajadores eventuales, sobre todo personal femenino, en las conserveras que se localizan sobre todo en las olla berciana.
Hurtos. Cualitativamente el estado sanitario del fruto es en estos momentos «bueno». «Con una adecuada carga en la primera y segunda floración, lo que nos hace ser optimistas tanto en calidad como en cantidad», certificaron las mismas fuentes.
El principal temor para este ramo de la agroalimentación llega, sin embargo, de factores externos. De un lado el Consejo apela al consumidor para que exija la presencia de la contraetiqueta que identifica a los tarros de la IGP Pimiento Asado del Bierzo. La crisis pueden alentar aún más la producción ya tradicional de carácter familiar, que se inscribe dentro de la economía sumergida. De otro lado, el organismo regulador, espera que se extremen los cuidados, como ya advirtió r la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), para que no se produzcan hurtos en las plantaciones. No sólo por la merma en la cosecha final sino porque los tratamientos fitosanitarios, desconocidos por los autores de los hurtos, pueden provocar problemas de salud pública.