El adiós de la Cruz de los Jóvenes
Confirmantes y padrinos arroparon ayer a la reliquia sagrada hasta su llegada a la iglesia de San Pedro y horas antes de proseguir su camino en dirección al Barco de Valdeorras
Un grupo de jóvenes portan la Cruz de Juan Pablo II a su paso por el Castillo de los Templarios.
La Cruz de los Jóvenes de Juan Pablo II cumplió ayer su segunda jornada en Ponferrada arropada por un nutrido grupo de confirmantes que, acompañados por sus padrinos, recorrieron el trayecto que une las iglesias de San Andrés y San Pedro. A los jóvenes con camiseta roja y cruz blanca que portaban la reliquia de madera donada por el entonces Papa en el año 1984, se unieron ayer las galas de aquellos que recibieron por primera y única vez el sacramento de la confirmación, ese que los integra de forma plena en la comunidad cristiana.
Al son de las gaitas y ya sin cofrades -”protagonistas el sábado-”, el ambiente fue más festivo que litúrgico durante todo el trayecto. A las puertas de San Pedro esperaba una multitud ansiosa por recibir el emblema que pretende ser un revulsivo a la vida cristiana, un llamamiento a los jóvenes para que se integren en la fe de una iglesia que se considera «viva», el símbolo que recorre España y adelanta la visita que el Papa Benedicto XVI hará el año próximo a Madrid con motivo de las denominadas Jornadas de la Juventud. Marcaban las 12.10 del mediodía cuando la Cruz cruzó la puerta de San Andrés flanqueada por el obispo de la Diócesis de Astorga, Camilo Lorenzo. Salió con retraso para que sonido de la banda de la gaitas y el repique alegre de las campanas no desentonara con el funeral previo que, por una simple coincidencia, tuvo lugar en el templo de San Pedro. Ya dentro, se celebró la eucaristía y la confirmación de los fieles, el último paso hasta su partida hacia Galicia.
El Barco de Valdeorras recibió ayer al séquito de rojo como el día anterior lo hicieron los bercianos, pero con una desventaja, la Cruz de los Jóvenes no hizo noche en tierra gallega, sino que regresó a Ponferrada, al mismo templo -”el de San Andrés-” donde la noche del sábado se hicieron turnos de vela ininterrumpidos. Y fue así porque el pelotón se desplaza esta tarde hasta Astorga, no sin antes hacer un alto en el camino, concretamente en pleno Camino de Santiago. Además, el regreso de esta efigie religiosa a la iglesia parroquial de San Andrés hará posible esta mañana la visita organizada de los alumnos de los colegios e institutos de la capital berciana.
Camino de Santiago. A eso de las 16.30 horas, la Cruz de madera de Juan Pablo II llegará hasta el aposento de otra cruz, la Cruz de Ferro, el límite geográfico de la comarca del Bierzo. Allí, las autoridades religiosas y los participantes en esta particular marcha detendrán el paso para conmemorar el Año Santo, igual que lo hará Benedicto XVI cuando visite Santiago de Compostela, en un par de semanas.