Espíritu de la Transición

La apertura del nuevo albergue de peregrinos y centro de turismo a la sombra del Monasterio de Carracedo se convirtió ayer en un acto que reivindicó la memoria de la Transición a la Democracia. Por algo el complejo que ha costado medio millón de euros reunía al ex senador por la UCD y ex presidente del Tribunal de Cuentas, el berciano Ubaldo Nieto de Alba, con su compañero en las filas centristas y sucesor en el órgano fiscalizador, el leonés Manuel Núñez. Ambos aprovecharon sus intervenciones para rememorar un tiempo en el que «la libertad tenía prisa», según decía Leopoldo Calvo Sotelo, que presidió el Gobierno entre Adolfo Suárez y Felipe González.

De todo aquello queda la amistad, aseguró Nieto, convencido de que si la UCD se desintegró porque antiguos amigos se convirtieron en desconocidos, en el caso de los parlamentarios leoneses fue justo lo contrario. «Aquella candidatura se formó con desconocidos que hemos terminado como amigos», afirmó Nieto, nacido en Ponferrada y que también fue nombrado ayer hijo adoptivo de Carracedelo por la cesión de los 3.000 metros cuadrados que ocupa el albergue y sus alrededores y por su gestión a favor del municipio. A Nieto, que desglosó anécdotas de su vida, fue elogiado por su amigo Manuel Núñez y opinó sobre la actual coyuntura económica -”«los economistas de doctrina son en parte los causantes de esta crisis», dijo-” le escuchaba su familia, antiguos compañeros de filas como el ex diputado Manuel Ángel Fernández y un buen número de vecinos. No faltaron al acto presentado por el regidor de Carracedelo, Raúl Valcarce, el alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, o el senador popular Fidel Cerezales, entre otros. La presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, excusó su asistencia por encontrarse enferma.

El nuevo albergue tiene una superficie de 500 metros cuadrados y será gestionado por la empresa Vegatur durante los próximos cinco años. El Ayuntamiento recibirá un canon anual de 3.000 euros. Valcarce espera que sirva para «revitalizar el turismo» aprovechando el tirón del cercano monasterio.