El consorcio de la reserva de los Ancares arranca tras cuatro años sin actividad
Vega, Candín, Villafranca y Peranzanes ya cuentan con el visto bueno a los estatutos
El consorcio de la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses ya puede empezar a dar sus primeros pasos. Los estatutos que regulan el órgano formado por los ayuntamientos de Vega de Espinareda, Villafranca del Bierzo, Candín y Peranzanes ya cuentan con el visto bueno, después de que ayer fueran publicados en el Bocyl.
La puesta en marcha del consorcio se ha retrasado cuatro años «por falta de consenso y problemas de agenda» de los regidores de los cuatro ayuntamientos, tal y como reconocieron ayer. Fue a finales de octubre del 2006 cuando la Unesco declaró este espacio, de cerca de 56.000 hectáreas, Reserva de la Biosfera y fue hace dos años cuando se formalizó el órgano de gobierno, que en julio del 2009 dio luz verde a los estatutos que ayer se oficializaron.
El plan estratégico, con la Ciuden. El primer presidente del consorcio de la reserva es alcalde de Vega, Santiago Rodríguez, municipio que también acogerá la sede. El consorcio no se cierra a la incorporación de nuevas administraciones o empresas y una de las primeras propuestas es que la Fundación Ciudad de la Energía colabore en la elaboración del plan estratégico, que tendrá que estar listo en el 2011. En Vega de Espinareda ya hay un local reservado para la sede de la Reserva de la Biosfera y «tan sólo falta contratar a una persona», apuntó Rodríguez.
El desarrollo de la actividad turística es otro de los puntos que figuran en los estatutos del consorcio de la Reserva de la Biosfera, además de la educación sobre el medio ambiente y la sensibilización del público al respecto.
El alcalde de Villafranca del Bierzo, Agustín García Millán, destacó que la zona «tiene un interés singular» y el de Peranzanes, Vicente Díaz, que la declaración y la puesta en marcha del consorcio permitirá situar «a todos estos pueblos en el mapa». Desde Candín, el teniente de alcalde, José Antonio Álvarez Cachón, recordó que la declaración «abre una línea interesante de ayudas, porque a estos pueblos llegan pocos fondos».
La declaración de Reserva de la Biosfera apela a la conservación de los paisajes y los ecosistemas y el fomento de un desarrollo económico y humano sostenible, entre otro tipo de propuestas sobre el medio ambiente como recurso natural de los municipios.