La acusación reclamará la detención de Martínez Núñez si no asiste hoy al juicio
El juez de lo Penal de Ponferrada le juzga por los sabotajes que sufrió Sindo Castro
El abogado de Sindo Castro solicitará al juez que dicte una orden de busca y captura para detener al empresario berciano José Martínez Núñez si no acudiera hoy al juicio que tiene señalado en Ponferrada para responder por la serie de sabotajes y ataques a sus propiedades que el industrial maragato sufrió entre 1996 y 1999. El juez Óscar Hernáiz ya ha desestimado con una providencia la petición de la defensa para que Martínez Núñez sea eximido de estar presente en la sala debido a sus problemas de salud, pero después de tres suspensiones desde que finalizara la fase de instrucción en el 2002 y convertido el caso Sindo Castro en el más antiguo del juzgado, la acusación teme que el empresario del hormingón no acuda hoy a la sala de audiencias del juzgado de lo Penal de Ponferrada con la intención de retrasar el juicio forzando un nuevo aplazamiento.
«Vamos a pedir una orden de busca y captura si no comparece, para que sea detenido y esposado», afirma el letrado Rafael Nieto, sin ocultar su malestar por la posibilidad de que se produzca una nueva suspensión. La Ley de Enjuiciamiento criminal capacita al juez para emitir una orden de busca y captura que permita poner a un acusado a disposición de la justicia. Martínez Núñez, según su defensa, se encuentra en una clínica de Tenerife. El empresario, de 81 años de edad, tiene implantado un marcapasos, y sufre «graves dolencias cardiacas, diabéticas y neurológicas». La vista oral para resolver un caso que comenzó a instruirse hace 14 años está fijada para hoy a las 9.30 horas en el juzgado de lo Penal número 1 de Ponferrada.
Junto a Martínez Núñez, se sentarán en el banquillo de los acusados los hermanos José Manuel y Timoteo Pintado, propietarios de la agencia de detectives D-™Ajenti, que en su momento negaron cualquier responsabilidad en los sabotajes. La instrucción del caso, sin embargo, señala que recibían encargos del empresario berciano para «realizar labores de investigación» sobre Sindo Castro y sus empresas, «tras lo cual y con ayuda de otras personas, entre las que se encontraban el fallecido Rafael Wolfrang Pérez, José Villanueva González y Gustavo Alonso, realizaban mediante el empleo de explosivos o utilizando mezclas de gasolina para propiciar incendios, actos de sabotaje en las empresas de Gumersindo Castro, ello con el fin de interrumpir la producción y forzar a aquel a abandonar su actividad empresarial en el Bierzo».
Piden 18 años de cárcel. Villanueva y Alonso también deben comparecer hoy ante el juez como acusados. Cada uno de ellos se enfrenta a una pena de 18 años de cárcel solicitada por la acusación, que también reclama el pago de 2,5 millones de euros por los daños. La Fiscalía, sin embargo, pide una pena de 20 meses de multa a razón de 18 euros diarios y 162.000 euros.
El juez instructor del caso ya llegó a la conclusión, en el año 2002, que la visitas del director gerente del grupo de empresas Martínez Núñez, Jesús San Miguel Corral, a Sindo Castro para indicarle «la inconveniencia de que llevase adelante el proyecto» de instalarse en el Bierzo, están relacionadas con los daños que comenzó a sufrir el industrial de Astorga en sus plantas de Las Ventas y Villamartín de la Abadía, y que acabaron con un ataque con cóctel molotov a su vivienda familiar el 29 de enero de 1999, momento en el que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación. Sindo Castro ha recurrido ante el Supremo el sobreseimiento por parte de la Audiencia de la acusación de tentativa de homicidio por el último ataque que sufrió.
16 informes para Martínez Núñez. Entre las pruebas incluidas en la instrucción, según publicaba este periódico, figuran una carta manuscrita de Rafael Wolfgang Pérez -"que murió por ahorcamiento en julio de 1999-" reconociendo parte de los hechos, el testimonio de su viuda, el de un testigo protegido que supuestamente vincula a Villanueva y Alonso con los sabotajes «por encargo de Manuel y Timoteo Pintado», y 16 informes de las agencias D`Ajenti y Búho para las empresas Martínez Núñez, entre ellos un seguimiento «exhaustivo» a Sindo Castro y a su familia. Según el auto del juez instructor, de las pruebas se deduce que Martínez Núñez, directamente, o a través de personas interpuestas, realizaba encargos a los hermanos Pintado Palomo.