El abogado de Sindo Castro pide 28 años de cárcel para Martínez Núñez por los sabotajes
El fiscal también eleva sus peticiones y reclama dos años de prisión para cada uno de los cinco acusados
Hasta tres agentes de la Guardia Civil declararon ayer por videoconferencia en el juicio.
«Blanco y en botella, leche». Así se expresó ayer el abogado del industrial maragato Sindo Castro para reclamar una pena de 28 años de prisión para el empresario berciano del hormigón José Martínez Núñez, al que acusó de estar detrás de la cadena de sabotajes que entre abril de 1996 y enero de 1999 afectaron a las instalaciones de su cliente en el Bierzo y que culminaron con el lanzamiento de un cóctel molotov contra el edificio donde reside con su familia. En su escrito de calificaciones, y con el juicio visto para sentencia en el juzgado de lo Penal de Ponferrada después de dos días de sesiones, el letrado de la acusación imputó a José Martínez Núñez -eximido de asistir a la vista por su mala salud- seis delitos de daños en las plantas de Las Ventas de Albares, Villamartín de la Abadía y la que tenía alquilada en Villalibre, a razón de cuatro años por sabotaje, y dos en grado de tentativa, para los que reclamó dos años por cada intento frustrado de dañar propiedades de Sindo Castro en Astorga.
Y lo mismo hizo con los otros cuatro acusados; los propietarios de la agencia D'Ajenti, los hermanos José Manuel y Timoteo Pintado Palomo, que supuestamente serían el eslabón intermedio con dos de los presuntos ejecutores de los sabotajes, José Villanueva y Gustavo Alonso Melcón. Los hermanos Pintado Palomo se enfrentan a una pena adicional de cinco años más que el resto de acusados, por un presunto delito de tenencia ilícita de explosivos.
Para el letrado Rafael Nieto, la implicación de Martínez Núñez está clara tras los testimonios del testigo protegido A, de las escuchas telefónicas autorizadas judicialmente que probarían su «relación fluida» con los Pintado -"encargados supuestamente de recopilar la información necesaria para preparar los ataques-" y de la confesión grabada en la cárcel y ante agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) de José Villanueva, que ayer volvió desdecirse ante el juez afirmando que declaró coaccionado. Villanueva reconoció haber estado en prisión por homicidio «y por dar una paliza», pero criticó al fiscal por vincularle con el tráfico de drogas.
«Martínez Núñez no sólo dirigió, sino que coordinó y tuvo pleno conocimiento (de los hechos juzgados) diseñando una estrategia de sabotajes a Sindo Castro para destruir sus empresas y apartarle del Bierzo», afirmó Nieto. El letrado estimó en 25 millones de euros las expectativas frustradas de negocio de su cliente, que habría dejado de vender medio millón de metros cúbicos de hormigón, aunque fijó en 2,5 millones la reclamación por daños. Nieto recordó además que Sindo Castro ha presentado un recurso de queja en el Supremo contra el sobreseimiento por parte de la Audiencia la causa por tentativa de homicidio abierta en relación con el ataque con el cóctel molotov que no llegó a incendiar la vivienda de su cliente.
El fiscal también pasó de reclamar una multa a penas de dos años de prisión para Martínez Núñez y cada uno de los otros cuatro acusados por un delito continuado de daños. Y mantuvo la petición de 162.000 euros por los daños a sus instalaciones. La Fiscalía no tiene dudas de la «vinculación extrema» con los hermanos Pintado de José Martínez Núñez, después de que uno de sus subordinados, Jesús San Miguel, y un sobrino del empresario berciano visitara a Sindo Castro para advertirle de que no debía cruzar el Manzanal.