Arnado se levanta contra una cantera
El pueblo denunciará en el juzgado que la explotación está invadiendo sus terrenos
Los vecinos con los agentes poco antes de llegar a la cantera; el propietario está al fondo.
El pueblo de Arnado está en pie de guerra. Los vecinos, como en Fuenteovejuna, subieron ayer hasta La Valiña donde hay una cantera de pizarra, que presuntamente está explotando en terrenos de la junta vecinal. A través de la asociación vecinal Val do Rebolo ya han comunicado esta situación al Procurador del Común, la Subdelegación del Gobierno y la Junta de Castilla y León. A la reclamación de la asociación se sumaron ayer el alcalde de Oencia, José Estanga, y el pedáneo de Arnado, Domingo Estanga, que junto con una quincena de vecinos subieron a la zona de la explotación. El lunes irán al juzgado.
Desde la asociación y el Ayuntamiento aseguran que los trabajos de extracción están afectando al pueblo y temen que cuando llegue a la cara sur de La Valiña -”ahora trabajan en la norte-” «los escombros caigan en las casas», como indicó Marisa Rivera, miembro de la asociación, que añadió que también están en peligro los castaños centenarios y unas construcciones celtas. El alcalde recordó que en un pleno del 2009 se denegó el proyecto de ampliación de la cantera porque los trabajos se realizarían «a 500 metros del pueblo, teniendo el terreno un desnivel del 40%».
José Prieto Fernández, de 75 años, también subió ayer hasta la explotación. Es de los pocos vecinos que todavía reside en Arnado y dijo contundentemente que es necesario «zanjar esto, porque son fincas del pueblo»; con él subieron el nonagenario Joaquín Bao y Manuela Álvarez, otros dos de los casi una decena de vecinos que viven en Arnado. Desde la asociación insistieron en que en el informe del Procurador del Común se destaca que el suelo del municipio de Oencia está considerado como «no urbanizable y especialmente protegido» al definirse como un ecosistema singular, por lo que entre otras actividades están prohibidas «las actividades extractivas». Así, los vecinos ven en los primeros permisos concedidos por el alcalde el origen del problema, ésta en Gestoso, y Estanga culpó a la sección de Minas de la Junta, que «lleva un año mirando a otro lado».