Diario de León

Vecinos de Otero de Toral piden a Junta y Ayuntamiento ayudas para una encina de 600 años

El pedáneo también reclama medidas para poner un apoyo que evite que el árbol acabe cediendo

Manolo García cuida sus viñas a la sombra de la encina.

Manolo García cuida sus viñas a la sombra de la encina.

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a. Calvo | otero de toral
León

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Entre 500 y 800 años, algunos cálculos lo acotan entorno a los 600. Más de 21 metros de altura y una gran copa convierten a la encina de Otero de Toral o, como lo llaman en el pueblo, al Xardón del Perouchín, en uno de los árboles más significativos de la comarca del Bierzo, catalogado en 1991 por la Junta. Por su edad, es la encina más longeva de la comarca y uno de los ejemplares más viejos de la zona Noroeste de España. Y por su simbolismo, debido a la estrecha ligazón que existe entre el Bierzo y las encinas.

Un grupo de jóvenes vecinos, encabezados por Rafael Valle, ha decidido luchar por el singular árbol, «que en los últimos meses está debilitándose considerablemente». En febrero del 2004 se rompió una de las ramas más grandes de la encina, que cayó sobre el muro del cementerio junto al que ha ido creciendo desde hace seis siglos. Desde entonces, el gran tronco muestra una gran brecha que no ha dejado de crecer. A esta situación se suma el daño que causan en el árbol las inclemencias meteorológicas. «En los últimas semanas ha llovido mucho y el terreno está muy blando. Además, la encina está más débil que nunca y tenemos miedo a que nieve de nuevo y la copa acabe cediendo», explicó el joven Rafael Valle.

Una muleta para el árbol. Los vecinos han puesto la vista en la solución que ya se ha realizado en otras encinas milenarias, como La Terrona, en Extremadura. Allí han colocado algo parecido a una «muleta» para evitar que el desequilibrio del árbol continúe aumentando y el tronco acabe cediendo. El pedáneo de Otero, José Alonso, también se suma a los reclamos de un elemento «que sujete» el árbol y también pide más fondos económicos para poder conservarlo.

Tanto los vecinos como el presidente de la junta vecinal ponen su mira en la Junta de Castilla y León y en el Ayuntamiento de Toral de los Vados, al que pertenece la pedanía. Los jóvenes ya remitieron el pasado lunes un escrito al Ayuntamiento, que lo contempla como un elemento singular en sus normas, en el que le informan del estado en el que se encuentra en la actualidad y le transmiten el miedo de la «pérdida total» si se incrementa su peso con la acumulación de nieve, lo que podría provocar «daños irreversibles».

Un pueblo orgulloso. El árbol es todo un símbolo para la localidad y por eso estos vecinos han emprendido su particular lucha. Manolo García cuidaba ayer sus vides, que crecen a la sombra del Xardón del Perouchín. «Era más bonito antes de que se le cayera la rama, estaba mucho más frondoso», indicó este vecino de 48 años, para remarcar que el pueblo «está muy orgulloso» del singular ejemplar que posee. «Mi madre siempre recordaba la encina», apuntó Azucena Fernández, que hace cuatro meses regresó a vivir a Otero, para sumarse a las palabras de Manolo García y recordar cómo estaba el árbol cuando tenía todo su ramaje. Actualmente residen en este pueblo del Ayuntamiento de Toral medio centenar de vecinos.

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