La ULE apuesta por incluir a la Gyrocarium en una microrreserva

Convertir la zona en la que se encuentra la Gyrocarium -”el fósil vegetal viviente que ha despertado el interés de los investigadores del Real Jardín Botánico de Madrid-” en una Microrreserva de la Flora para garantizar la correcta protección de una planta de millones de años. Esto es lo que pretende el Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la Universidad de León. Una tarea en la que se implicaron en el 2007, después de que la Junta aprobara el decreto para la creación de esta figura y estableciera un convenio con la Universidad coordinado por Emilio Puente.

No obstante, el contacto de la ULE con este ser vivo único en el mundo se remonta al 2003, año en el que el equipo en el que se integra la profesora Carmen Acedo inició el seguimiento de la población, estudiando su situación y elaborando un censo para recoger el número exacto de ejemplares. De este primer acercamiento surgieron también las primeras conclusiones, nada esperanzadoras para la supervivencia de una colonia vegetal de muy reducido tamaño -”unos 200 metros cuadrados-”. «Las condiciones son malas, se encuentra en un sitio susceptible de que se destruya parte de la población, al lado pasa la red ferroviaria. De hecho, creemos que cuando se hizo la vía del tren se dividió la población en dos, porque hay un núcleo a cada lado», explicó Acedo.

Pero el paso del tren no es el único peligro para la Gyrocarium . Como reside en hábitats muy inestables, en «sitios muy pobres» -”explicó la profesora de la ULE-” la propia dinámica del entorno podría poner en riesgo su supervivencia. Además, es una población con muy pocos ejemplares que «fluctúa siempre dentro de unos números muy bajos», es decir, que no se aprecia anualmente una evolución considerable de la colonia o la multiplicación del número de plantas. Además, como es una planta anual, el número de individuos depende mucho del banco de semillas del suelo.

A sí pues, el reconocimiento como Microrreserva de la Flora permitirá proteger la planta bajo el amparo de la Ley, que además de limitar la actividad y prohibir la aplicación de fertilizantes o herbicidas, contempla la señalización adecuada de la zona, que «podrá ser vallada perimetralmente».

El último seguimiento que la Universidad hizo de la Gyrocarium fue en la primavera del 2010, en el marco de un trabajo encargado por el Ayuntamiento de Ponferrada sobre la biodiversidad del municipio. Entonces, se elaboró una lista priorizada de los cien táxones más interesantes de la flora de Ponferrada. La Gyrocarium ocupa la primera posición, pero también se incluyen otras como el Geranium dolomiticum , con sólo dos localidades en el mundo, o la Androsace centroiberica subsp.maragatorum, de la que los investigadores creen que sólo existe la población que vive en Ponferrada.