La Junta critica el parón de las obras en el Castro Ventosa
La administración lamenta la decisión del CSIC de congelar las inversiones
Castro Ventosa, antes de las últimas actuaciones.
Se le llamó «Rojo, Verde y Negro». Rojo por la arcilla de Las Médulas, verde por las laderas del Castro Ventosa, y negro por los afloramientos de fósiles de Igüeña. Al menos el verde, ha perdido color después de que el Centro Superior de Investigaciones Científicas anunciara la pasada semana que la falta de recursos le obligará a renunciar a invertir este año en el yacimiento arqueológico de Cacabelos y Villafranca del Bierzo. El anuncio ha causado malestar en la Junta de Castilla y León, donde el delegado territorial, Eduardo Fernández, lamentó ayer el nuevo retraso en el proyecto.
«Nosotros ya habíamos previsto construir un centro de interpretación en el Castro Ventosa, pero dejamos paso al plan estatal y al día de hoy no sabemos nada del proyecto Rojo, Verde y Negro», afirmó.
El proyecto que el CSIC ha paralizado por este año debido a la falta de fondos contemplaba en el 2007 la inversión de cinco millones de euros para financiar el estudio arqueológico del paraje, conservar los restos y sobre todo para abrir una estación de campo y un centro de recepción de visitantes que también haría las veces de museo.
La Junta, insistió Eduardo Fernández, aparcó su idea de construir un centro de interpretación después de que el CSIC hiciera público un proyecto que se ha estrellado contra la crisis económica. El presidente del CSIC, Rafael Rodrigo, ya había declarado en mayo del año pasado que el centro investigador confiaba en que el proyecto tomara impulso este año y pudiera completarse la inversión prevista. El alcalde de Cacabelos, José Manuel Sánchez, que mantiene un consorcio con Villafranca para conservar el yacimiento, informó la pasada semana, sin embargo, de que el CSIC no seguirá este año con el proyecto, que hasta el momento apenas ha servido para financiar alguna excavación, iluminar el paraje y acondicionar aparcamientos. El centro de visitas del Castro de la Ventosa, con su museo y su estación de campo, deberá esperar a que la crisis escampe este año.