El Instituto del Vino lamenta que el Bierzo no aproveche sus recursos

El director del Instituto de la Viña y el Vino, Enrique Garzón, declaró ayer que le parece «un poco triste» que los bodegueros de la comarca del Bierzo no aprovechen los recursos del centro de investigación, al que sí sacan partido los de otras zonas vinícolas, principalmente los de Ribera del Duero. Garzón hizo estas declaraciones tras la firma de un nuevo convenio con una bodega de Rías Baixas, que tras analizar algunos de los centros gallegos decidió apostar por el de la Universidad de León (ULE) para investigar sobre la fertilidad de sus suelos. «Contrastamos qué institutos en España realizan este tipo de investigaciones y vimos que el de la ULE era uno de los punteros», preciso el gerente de la bodega gallega Attis, Robustiano Fariña, tras la firma del acuerdo en la sede del instituto, en el Campus de Ponferrada.

Garzón animó a las bodegas bercianas a que «aprovechen» los recursos con los que cuentan tanto el Instituto de la Viña y el Vino como la ULE y recordó que en algunas reuniones que ya había mantenido con los miembros del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo les apuntó que «deben apoyarse en ambas instituciones para potenciar el I+D+i en la comarca» y en el sector vitivinícola.

Es más, tan sólo tres bodegas de la comarca tienen algún convenio con el centro de investigación de la Universidad de los catorce que se desarrollan desde la sección que dirige Garzón, a los que se suman los que se llevan a cabo en otros ámbitos como los corchos o la madera.

«Me parece un poco triste que tengamos que hacer miles de kilómetros para aplicar nuestros conocimientos cuando tenemos grandísimas bodegas al lado», explicó el director del Instituto. Por otra parte, Enrique Garzón restó importancia a la flavescencia dorada, un fitoplasma que de momento «no ha trascendido a las vides y que sólo afecta a los frutales».