El Banco de Alimentos pasa de repartir 15.000 kilos a 60.000 en el trimestre
La oenegé distribuye comida a 4.100 personas, medio millar más que en Navidad
La crisis está haciendo trabajar a los voluntarios del Banco de Alimentos del Sil. A punto de cerrar los primeros tres meses del año, la oengé ha repartido en torno a 60.000 kilogramos de comida entre más de cuatro mil personas del Bierzo, Laciana y Valdeorras, lo que multiplica por cuatro los 15.000 kilos que distribuyó en el mismo periodo del 2010, según los datos ofrecidos por la coordinadora de la asociación, Amparo Prado.
En los tres meses que van del 2011, el Banco de Alimentos ha pasado de repartir comida a 3.600 personas -sin contar la partida que se destina regularmente a Cáritas en El Barco de Valdeorras- a 4.100. Afortunadamente, «las donaciones han aumentado aún más», explica Prado, y los últimos convenios firmados con cooperativas frutícolas de Murcia y Alicante por la federación nacional han permitido que al Bierzo hayan llegado en las primeras semanas del año en torno a 25.000 kilogramos de fruta.
La oenegé reparte una vez al mes una cesta de ayuda que incluye alimentos no percederos como arroz o lentejas, pasta, aceite, huevos frescos, patatas, frutas y verduras. «Nosotros no mantenemos a nadie. Nos gustaría repetir el reparto, pero sólo podemos darles una ayuda una vez al mes», reconoce la coordinadora de la asociación.
Las donaciones de alimentos a veces llegan de los lugares más inesperados. Un cultivador de patatas, que las trae de su finca en lugar de venderlas o los 110 kilogramos de zanahorias que el colegio Peñalba de Ponferrada les entregó hace unos días, después de usarlas en una actividad.
Con la oenegé colaboran de forma permanente seis voluntarios, más una docena de condenados a penas cortas en beneficio de la comunidad -más de 170 personas en dos años han redimido así sus condenas en dos años, en su mayoría por delitos relacionados con la conducción con niveles elevados de alcohol en la sangre- que cada sábado se suben a las dos furgonetas del Banco de Alimentos para viajar en el arco que forman El Barco de Valdeorras y Villablino y repartir comida entre las familias apuntadas en la lista.
La asociación, que se financia con donaciones privadas y ayudas de 1.200 euros del Ayuntamiento de Ponferrada y de 600 euros del Consejo del Bierzo, se ha visto obligada a sustituir una de sus viejas furgonetas, con demasiados kilómetros como para seguir funcionando por las carreteras. «La furgoneta grande todavía sigue tirando», asegura Prado, a la espera de que las gestiones del Consejo puedan dar resultado.