Una familia acusa al alcalde de delito electoral ante la Fiscalía

Meses de polémica en torno a los empadronamientos en el municipio de Candín han terminado finalmente ante la Fiscalía. Una familia de Sorbeira acaba de presentar una denuncia contra el alcalde, el socialista Pablo Rubio, al que acusan de un presunto delito electoral y otro de prevaricación después de que tres de sus miembros, la esposa y dos hijas del matrimonio, no aparezcan inscritas en el censo tras solicitar el empadronamiento a finales de septiembre. Se da la circunstancia de que el marido de una de las denunciantes y padre de las otras dos sí está empadronado en Candín, según el escrito de denuncia presentado ante la Fiscalía de Área a la que ha tenido acceso este periódico.

«La actitud del alcalde aquí denunciado, el señor Pablo Rubio Ortega, responde a una actuación premeditada y hostil hacia nosotros. Pues el único fin de esta persona es seleccionar para su conveniencia aquellas personas que puedan estar empadronadas en el municipio de Candín y tener empadronados a personas de su tendencia personal», aseguran las tres mujeres en la denuncia, que también apunta a los funcionarios que puedan haber intervenido en el proceso.

La familia, que también ha presentado una queja ante la oficina del censo electoral en León, justificó el empadronamiento de las tres mujeres en base al reagrupamiento con el padre, inscrito en el municipio de Candín, y teniendo en cuenta que «la vivienda principal y donde radica el núcleo familiar» se encuentra en la localidad de Sorbeira.

Trato «discriminatorio». La familia denunciante se considera víctima de un trato «absolutamente discriminatorio» porque en enero, el Ayuntamiento empadronó a 13 personas, algunas de ellas «en localidades donde ni siquiera existen vecinos residentes como es la de Villarbón». Según los denunciantes, «dichos empadronamientos responden al interés directo en algunos casos también de los alcaldes pedáneos de las poblaciones de Lumeras y Villarbón, que a su vez votan a la candidatura del señor Pablo Rubio» y en otros a «parentesco directo» o «amistad íntima».

El alcalde reside en Fabero. La familia denunciante también resalta en su denuncia que el mismo alcalde y su familia residen en Fabero, «un municipio distinto al aquel en que se encuentran empadronados». Pablo Rubio, insisten, «no dispone de vivienda propia, ni alquilada, ni siquiera de residencia de favor o en calidad de segunda vivienda» en Candín. Rubio no respondía ayer tarde a su teléfono particular.