La técnica biodinámica de Palacios, en Fenavin

Ricardo Pérez Palacios junto con Paloma Escribano Sáez serán los encargados de enarbolar la bandera de la agricultura biodinámica en Fenavin 2011, que se celebrará en Ciudad Real del 10 al 12 de mayo. El representante de la bodega berciana Descendientes de J. Palacios y la empresaria de Ribera del Duero descubrirán en una jornada técnica los resultados de regresar a las prácticas ancestrales de cultivo, lo que permite obtener unos vinos de gran pureza y con cualidades excepcionales, que por sí mismos son el reflejo del terruño del que proceden.

La agricultura biodinámica se basa en los principios del austriaco Rudolph Steiner, que en la segunda década siglo XX fundó la antroposofía y una concepción holística de la vida, en la que se engloban a otras disciplinas como la medicina, la alimentación y la espiritualidad. El concepto central es la granja, como organismo que se autoabastece. También, incluye actividades temporales como plantar en relación a los patrones de movimiento de la luna y los planetas, y aplicar preparados al suelo, es decir, materiales naturales procesados de manera específica.

Ricardo Pérez Palacios aprendió esta técnica durante sus formación enológica en Burdeos y Paloma Escribano Sáez a través de los agricult ores de Castilla y León y el Penedès. Descendientes de J. Palacios ha puesto en marcha en la comarca del Bierzo, donde ha adaptado fácilmente los preceptos de la biodinámica por el carácter tradicional y la estructura agrícola familiar y de policultivo.

La biodinámica pretende volver a la tradición del cultivo del viñedo y de la fermentación de los vinos, como se hacía antes del desarrollo industrial y del uso de los herbicidas, pesticidas, nitritos, pero sin dejar de lado las nuevas tecnologías y los avances en investigación y desarrollo. Pérez Palacios considera que el suelo es un organismo vivo y apuesta por el uso exclusivo de abonos y tratamientos de origen mineral, vegetal y animal, nunca químicos y entiende la viticultura desde una perspectiva muy humana en la que el hombre es integrador de un sistema agrícola holístico: la tierra, los animales, las plantas, el cosmos y los ciclos naturales.