Constituido el Parque Científico de Ponferrada y Camponaraya
Luis Vázquez preside una sociedad que ya concurre a ayudas
Canedo, Vázquez y Riesco, tras firmar las escrituras en el despacho del alcalde de Ponferrada.
Fue un acto solemne. Ante notario. Y con rueda de prensa conjunta, a pesar de que pertenecen a partidos políticos distintos y estamos en periodo electoral. Los alcaldes de Ponferrada, el popular Carlos López Riesco, y de Camponaraya, el socialista Antonio Canedo, firmaron ayer las escrituras para constituir el Parque Científico y Tecnológico que promueven en terrenos de los dos municipios. La nueva sociedad, que dota al parque del marco legal para empezar a solicitar subvenciones para proyectos científico-empresariales, tiene como presidente al científico de Camponaraya Luis Vázquez.
El Parque Científico del Bierzo nace mirándose en el espejo del de Gijón, con 2.000 empleos en investigación que según Canedo «se multiplican por diez y por quince en empleo indirecto». La constitución del Parque permitirá a Ponferrada y Camponaraya sumarse al proyecto internacional sobre biocombustibles y energías renovables que promueven los parques similares de Nápoles y Venecia y que ya tiene socios en Portugal, Eslovenia y Grecia, y que busca ayudas de la Unión Europea.
Canedo, que recibió elogios de López Riesco por su experiencia pionera en la promoción de polígonos industriales, también adelantó que la empresa Arquimea, vinculada al sector de los videojuegos, empezará a funcionar «en breve» en las instalaciones provisionales, a la espera de urbanizar los terrenos, que ha acondicionado el Ayuntamiento de Camponaraya. Canedo aseguró que la empresa ya ha creado siete empleos en Villablino, en un proyecto similar.
Riesco volvió a insistir en la trascendencia del proyecto para transformar el tejido productivo del Bierzo. «Esto es para muchas décadas», manifestó. «Sólo las mentes cortas de miras pueden pensar es para mañana o para pasado».
El ya presidente del parque, Luis Vázquez, también advirtió de que a partir de ahora, sólo hay trabajo por delante. «No creo en los milagros, creo en el milagro del trabajo y del esfuerzo», afirmó.