El recorte de ayudas estrangula a la asociación anti sida Caracol
La asociación berciana de apoyo a enfermos de VIH y familiares Caracol lanzó ayer un llamamiento desesperado a las administraciones, a las entidades privadas y a los ciudadanos para que colaboren económicamente con sus proyectos. Estrangulada por un recorte del cincuenta por ciento en las subvenciones en los dos últimos años, la asociación Caracol sólo garantiza la continuidad de su actividad y de sus tres trabajadores sociales hasta finales de año, momento en que se planteará funcionar «bajo mínimos», aseguró ayer su portavoz, Juan Manuel Rego, para no dar carpetazo a su labor y desaparecer por completo. La crisis económica está alterando las prioridades de administraciones y entidades que venían colaborando con Caracol. «El interés social que tiene el sida no es igual que el de otras enfermedades», se lamentó Rego, que convocó ayer a los medios de comunicación para dar la voz de alarma.
La asociación, que mantiene programas de prevención en información entre trabajadores y trabajadoras sexuales, y entre adolescentes, realiza gratuita y anónimamente el test del VIH en su sede de los bajos del estadio de El Toralín, se mantiene este año con unos ingresos de entre 20.000 y 30.000 euros y prepara conciertos benéficos y otras fuentes de financiación.