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El Alto Sil, un oasis para el oso

La Fundación para la Protección de Animales Salvajes y la bodega Cuatro Pasos plantarán 1.500 árboles y pondrán colmenas para que la población osera se duplique

Los trabadores de Cuatro Pasos fueron los encargados de comenzar la plantación de frutales en el Alt

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a. Calvo | anllares del sil
León

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Conseguir que la población de osos del núcleo noroccidental -”que va desde Oviedo hasta el Courel e incluye el Bierzo-” se duplique en cuatro años es el objetivo del proyecto de colaboración entre la Fundación para la Protección de Animales Salvajes (Fapas) y la bodega berciana Cuatro Pasos (perteneciente al grupo Martín Códax). Ayer comenzó la plantación de los 1.500 castaños y cerezos que se repartirán entre quince fincas de los pueblos de Anllares del Sil y Susañe del Sil, que se completará con la instalación de quince colmenas en las que el animal podrá meter su zarpa y sacar la miel sin destrozarla. De este modo, además de ofrecer a los osos uno de sus manjares favoritos, cuando los árboles crezcan podrán comer frutas en primavera y en otoño, facilitándole así un hábitat más propicio.

«El Alto Sil es una zona en la que el oso está en fase de expansión. Históricamente siempre se han cazado, pero ahora se pueden convertir en un revulsivo turístico para los pueblos», apuntó ayer en Anllares el director de Fapas, Roberto Hartasánchez, como ya ocurrió en Valseco el pasado mes de abril con ocho osos. Fueron 45 trabajadores de la bodega Cuatro Pasos los que comenzaron la plantación de árboles y se acercaron a ver un cortín, las antiguas fortificaciones redondas que se construyen el Bierzo para proteger, precisamente, las colmenas de los ataques del oso y que también se recuperarán. Es precisamente este animal el que da nombre a la bodega, tras la aparición de cuatro huellas de oso en una de sus viñas.

Un censo genético a partir de junio. Otro de los objetivos de este convenio es conseguir un censo que ratifique cuántos son los plantígrados que se mueven por el Bierzo. En junio comenzará la recogida de muestras genéticas, que se enviarán a un laboratorio especializado de Zaragoza, que tardará un mínimo de seis meses en ofrecer los resultados. Actualmente se han contabilizado tres osas y seis oseznos en el Alto Sil, los que el pasado mes de abril se convirtieron en reclamo en el pueblo de Valseco. Desde la Fapas precisaron que la movilidad de estos animales es muy grande y que se han contabilizado unos 150 ejemplares en la zona Noroccidental, ya que esta especie no suele vincularse a un territorio concreto. Población que se espera se duplique en cuatro años, ya que entre ellos hay 45 hembras reproductoras. El censo permitirá saber también cómo y por qué zonas se mueven los osos censados.

Los propietarios de las fincas en las que se plantarán los cerezos y los castaños las han cedido gratuitamente a la Fapas que durante los próximos cinco años realizará el mantenimiento y la limpieza del terreno, dando así salida a tierras que con el abandono del campo se han convertido «en patrimonio muerto». Además, «a largo plazo, tanto el cerezo como el castaño tienen una madera apreciada que beneficiará a los propietarios», apuntó Hartasánchez.

«El Bierzo tiene un potencial enorme y las empresas, que hasta ahora han vivido de cara a la sociedad, tienen que implicarse y ser cada vez más sensibles», explicó ayer el director de Bodegas Martín Códax, Juan Vázquez Gancedo, que insistió en la necesidad de reducir la huella de CO 2 consiguiendo un trabajo más eficiente, por ejemplo en el transporte de sus vinos o en la reducción del agua para cada producir cada una de las botellas.

«La población osera evoluciona adecuadamente», precisó el director de la Fapas, aunque matizó que en la zona de León con Palencia hay más problemas porque hay menos ejemplares y porque en su momento tampoco se redujeron los riesgos, aunque «el oso ha convivido siempre con el ser humano y ha ecoevolucionado y se han adaptado a las modificaciones de la sociedad actual», comentó.