Endesa certifica que no invertirá mil millones en la planta industrial de captura de CO2
La eléctrica pospone al 2012 la «decisión definitiva» sobre si se suma o no al proyecto con la Ciuden
Las nuevas instalaciones experimentales de la Ciuden en Cubillos, en primer término.
La decisión del Ministerio de Medio Ambiente de excluir de la convocatoria europea de ayudas NER 300 el proyecto de captura de CO2 de la Ciuden, al carecer de la documentación que debía aportar su socio empresarial, Endesa, era ya más que elocuente. Pero la multinacional eléctrica certificó ayer lunes que es absolutamente cierto que no se encuentra interesada en desarrollar el plan industrial de este programa de investigación en pos de la combustión limpia del carbón.
«Efectivamente, la tramitación de las ayudas del NER 300 en el proyecto de oxicombustión está tal como ha explicado Diario de León este fin de semana», comentó a este periódico un portavoz oficial autorizado de la compañía. Esto supone que la eléctrica no se halla en condiciones de afrontar ni con ayudas comunitarias, por cuestiones económicas y de regulación, una inversión que podría alcanzar los 1.400 millones de euros para desarrollar una planta comercial en Compostilla II donde se aplicaría la tecnología de oxicombustión que la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) experimentará en el complejo que está a punto de poner en marcha en Cubillos del Sil. Justo a los pies de la central térmica de Endesa.
«Endesa se había comprometido con la Administración a tomar una decisión definitiva al terminar la fase 1 del proyecto, lo que ocurrirá a finales de 2012. En el caso de que, a la vista de los resultados de la investigación y de las circunstancias del sector, esa decisión fuese la de avanzar, valoraría acudir a una futura convocatoria de financiación europea», matizó el mismo portavoz de la compañía.
En medios extraoficiales, sin embargo, la «ventana» del 2012 para llegar a estudiar la posibilidad de acudir a una segunda convocatoria de las euroayudas NER 300, se considera una mera y oportuna coartada para evitar un alud de presiones tanto en la vertiente política, como en la institucional o en la social.
Acerca del varapalo que para el futuro del carbón en el Bierzo y Laciana supondrá el revés de Endesa al proyecto comercial que se plantea asociado al de la investigación para la captura y el almacenamiento del CO2, la eléctrica se atuvo ayer una vez más al guión preestablecido. «Por historia, por vocación de la compañía y por datos objetivos, Endesa cree en el futuro del carbón como fuente energética. La trayectoria de Endesa avala su compromiso con el entorno social del Bierzo, a cuyo desarrollo ha contribuido decisivamente», remachó su portavoz en una declaración leída.
Las primeras interpretaciones del propio director general de la Ciuden, José Ángel Azuara, de por qué la eléctrica observa demasiadas incógnitas para la puesta en marcha de una central comercial de 300 MW, parecen un calco de las pulsadas ayer por este periódico en diversos foros empresariales.
La indefinición sobre el precio de la factura eléctrica en los próximos años, la falta de garantías tanto nacionales como europeas sobre cuál será la cuota que se asignará al carbón en el mix energético en orden a la política de ayudas y de emisiones, y más concretamente en qué medida se podría obtener rentabilidad económica de una inversión tan sobresaliente, pesan ahora mismo como losas insalvables sobre el avance de un convenio firmado en julio del 2008. Ya entonces, originalmente, lo que se estipulaba en la documentación era la construcción de una central con una potencia de 500 Mw, aspecto crucial que se acabó rebajando de modo sustancial.