Dos mil gritos contra la incineración
Los manifestantes colapsaron la entrada de la cementera de Cosmos en Toral y anunciaron más protestas
«Seríamos una generación de cobardes si no lucháramos contra esta quema de residuos», proclamó ayer Ángel Gómez, el portavoz de la plataforma Salvemos del Bierzo, delante de la cementera Cosmos de Toral de los Vados. Fue ante las caras de unas dos mil personas manifestándose contra la incineradora de residuos. Allí estaban para recibir al atleta villafranquino Miguel Martínez Basurco, que cumplió con gran éxito una más de sus hazañas. Ha corrido en los últimos siete días 294 kilómetros, 42 por día.
Todo para remover conciencias, mover voluntades de los bercianos y hacer que los que viven en esta comarca protesten con rotundidad contra las intenciones del grupo portugués Cimpor de poner en funcionamiento una incineradora con la que poder quemar plásticos, cartones, neumáticos, grasas animales, aceites y también biomasa. También para tocar la tecla sensible de la Administración, para que se sume a este clamor contra la producción de contaminación en un Bierzo al que se ha y se está potenciado su agricultura y su turismo.
En la manifestación de ayer estaban los agricultores (los anónimos y los oficiales de los consejos reguladores del vino, la manzana, el pimiento, la pera y otros); los viticultores, las amas de casa, los niños, las abuelas, los indignados del 15-M, los ecologistas, los políticos (alcaldes de Balboa y Villafranca), los empresarios (del CEL), las gentes de las letras (profesores, historiadores), las de las ciencias (médicos). Todos clamaron contra la incineradora.
Jovino Andina volvió a leer el manifiesto de uno de los científicos bercianos que están triunfando en Alemania en la investigación de la lucha contra el cáncer, Ángel Alonso, quien a través del papel leído advirtió claramente de los peligros cancerígenos y para la salud en general que tienen instalaciones como la incineradora que se pretende poner en funcionamiento en el corazón del Bierzo, en la cementera Cosmos de Toral de los Vados.
La versión del paisano. Un paisano de los que viven en este pueblo, al ver al periodista escribir, le espetó: «Ponga ahí, en su periódico, que más mierda no. Ya nos llega con la que tenemos encima de los tejados». Y por detrás, otro vecino remataba: «Sí, escríbalo, que se enteren todos, no les contamos mentira». La gente gritó a coro: «En el Bierzo, no se quema».