Los catedráticos alertan de los males de una incineradora como la de Cosmos

Cinco catedráticos y profesores de la Universidad de León coincidieron ayer tarde en Ponferrada en destacar que una incineradora de residuos, como la que se pretende instalar en la cementera de Cosmos en Toral de los Vados, no es buena a falta de conocer más datos sobre un campo en el que se está avanzando en la investigación. De esta forma, todos confluyeron en asegurar que existe cuanto menos «incertidumbre» ante los efectos de por sí perniciosos de nuevas emisiones a la atmósfera. Y ya no tanto en materia de emisiones hacia el cielo, sino en lo que repercute sin duda en la cadena trófica, en los alimentos naturales que se producen en el Bierzo y que luego pasan a ser parte de la alimentación.

Con un salón de actos del instituto Gil y Carrasco a rebosar, el catedrático de Salud Pública Vicente Martín, dijo que no existen muchos estudios sobre los efectos de la incineración, pero sí citó problemas de diabetes y cáncer que podrían estar asociados a todo lo que trae consigo la contaminación general. «Nos mueve cuando menos la incertidumbre», resaltó, y por eso aludió a la necesidad de los controles rigurosos. «Se trata de un riesgo que hay que controlar», incidía. El profesor titular de la Facultad de Economía, Julio Lago, expuso el origen de todo este problema y dijo que todo arranca de las emisiones de CO2, como un gas tóxico, del que en enero del 2013 tendrá repercusiones económicas para la industria dado que ya no será gratuito, y así, la empresa busca alternativas. También coincidió en que la clave está en la faceta ambiental y sanitaria con la quema de residuos y abogó por un control máximo. Estanislao de Luis, catedrático de Ecología, manifestó que lo importante es ver si se hacen controles y si se cumplen. «Aquí sí que hay que exigir», dijo, al tiempo que decía que falta conexión entre la empresa y la gente normal. «Se necesitan unidades de análisis social», propuso.