Asaltan cuatro pisos a plena luz del día en el barrio de los Judíos de Ponferrada
Los asaltantes reventaron las puertas y se llevaron varias joyas de una de las viviendas
Todavía tienen el susto en el cuerpo. Varios vecinos del número 40 de la avenida de América de Ponferrada fueron víctimas, el pasado jueves, de un asalto de película a plena luz del día. Daban las 12.00 del mediodía cuando se produjeron los hechos en las tres últimas plantas de este edificio de siete alturas, y todo se desarrolló en menos de una hora, hasta que la inquilina de una de las viviendas regresó a casa y alertó al 091 al ver la puerta de su vivienda forzada. En ninguno de los domicilios asaltados había gente en el momento del suceso.
En el caso concreto de la vecina que dio la voz de alarma, el delito no fue a más porque su puerta de entrada es acorazada y quienes intentaban desvalijar el piso no pudieron ir más allá. No corrieron la misma suerte los vecinos del séptimo izquierda y derecha, y la vecina del quinto izquierda. A los dos primeros les hicieron la puerta añicos, aunque al parecer no se llevaron nada, pese a que registraron la vivienda. Pero en el tercer caso, los asaltantes se hicieron con un botín, joyas.
Cuando ayer hablaban con Diario de León, las dos propietarias de las únicas viviendas asaltadas que están habitadas todo el año se mostraron convencidas de que quienes entraron en sus casas las tenían vigiladas, que sabían perfectamente que en este momento no había nadie y conocían que el resto de pisos que se marcaron como objetivo están vacíos prácticamente todo el año. No creen en la casualidad y menos teniendo en cuenta la hora a la que sucedió todo y la rapidez con la que actuaron.
Comenzaron por arriba y fueron descendiendo hasta parar en el quinto. Allí fue donde consiguieron llevarse las joyas, algunas de coste elevado -”según confirmó su propietaria-” pero, sobre todo, de «gran valor sentimental». Revolvieron todo el piso, abrieron cajones y vitrinas, rompieron bolsas para conocer el contenido de su interior, registraron las habitaciones y hasta levantaron los cojines de los sofás en busca de algo de valor. No iban a por artículos grandes, dado que eso los delataría en su huida. Lo revisaron todo pero no de manera desordenada. «Son unos ladrones curiosos», bromeó una de las víctimas entre el shock y la ironía. «Todo lo que sacaron de los cajones de las habitaciones lo dejaron encima de las camas, no lo tiraron al suelo de cualquier manera», explicó la dueña del quinto izquierda. Incluso en su marcha, colocaron el bombillo que previamente habían forzado y cerraron la puerta. En los armarios estaba todo revuelto, pero en su sitio y lo único que dejaron tirado tras los sofás fueron varios papeles guardados en una caja con llave y las tarjetas de crédito que encontraron. Y este no fue el único asalto. Según las mismas vecinas, por la tarde robaron en una calle cercana a la suya.
Las pesquisas policiales ya se han iniciado. Los agentes de la Policía Nacional se personaron de inmediato en el inmueble una vez que fueron alertados y la brigada científica ya ha tomado huellas y recogido datos. Ayer prefirieron no hacer valoraciones, argumentando que la investigación permanece abierta.