Borgatti: «La comunicación cara a cara está por encima de las redes sociales»
El experto de la Universidad de Kentucky inauguró un nuevo curso de verano en la Uned
Borgatti (izquierda) presenció ayer desde su butaca la apertura del curso en la Uned.
«Hay algo que está dentro del ser humano que responde a la proximidad, así que lo virtual tiene sus límites». De esta manera, el profesor experto en redes sociales de la Universidad de Kentucky (EE.UU.), Steve Borgatti, defendió la comunicación personal por encima de cualquier moda del tipo Facebook, Twitter o Tuenti. El cara a cara prima por encima del contacto a través de Internet porque emisor y receptor pueden ver sus caras, sus gestos y expresiones. Si bien Borgatti defendió el contacto de carne y hueso, también reconoció el papel crucial que juegan las redes sociales tanto en el ámbito personal como social y se puso a sí mismo como ejemplo de su uso para mantener el contacto con personas que viven lejos, «en otro continente», y cuya comunicación sería imposible de no existir el soporte digital. De hecho -”dijo-” antes esas relaciones se perdían.
Borgatti hizo esta valoración en la inauguración del curso de verano ¿Qué son y para qué sirven las redes sociales? , organizado por la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), la Universidad de León (ULE) y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), y que se desarrollará durante toda esta semana -”hasta el viernes-” en Ponferrada. Un marco de estudio que sirve al análisis y a la investigación de las redes sociales y su influencia tanto en el desarrollo territorial como en el marketing digital.
Fue en la influencia social de los sistemas de comunicación a través de Internet uno de los puntos en los que deparó el investigador Steve Borgatti, haciendo alusión a las revueltas surgidas en el norte de África y el papel que han jugado aquí las redes sociales, que han alcanzado la misma eficacia que el contacto face to face o cara a cara, creando ingentes movimientos de personas con gran repercusión mundial. Esto demuestra -”según el experto-” que el avance tecnológico ha llegado a los países con menos recursos y con un nivel tecnológico bajo que, no obstante, tienen posibilidad de conexión a un coste relativamente bajo. «Este tipo de movimientos van a ser una fuerza en todo el mundo», significó.