El mosto para la Virgen

Carracedo acogió ayer la tradicional primera pisada de uva del año y la ofrenda en honor a la patrona del vino, Santa María la Real, que en esta edición llegó con la novedad de que fue la propia parroquia de la localidad la encargada de realizarla. Según el sacerdote de Carracedo, Jesús Álvarez, «aunque no supone prácticamente ningún gasto para los ayuntamientos, queremos hacer que el desembolso de dinero sea nulo», por ello se optó por organizar la ceremonia desde la propia parroquia.

Álvarez aseguró que, de todas formas, el año que viene se retomará la misma dinámica que se ha llevado a cabo durante años, es decir, que este acto lo coordinen los ayuntamientos, empezando, dice, por el de Carucedo.

La pisada de uvas la ejecutaron dos adolescentes del pueblo y, una vez finalizada, un vecino se encargó de recoger en una jarra de barro el primer mosto berciano del año. Mientras todo eso sucedía, el párroco pedía a la patrona suerte en cuanto a la climatología, pues estos días de tormenta ponen en peligro el estado de la vid, ya que, en palabras del presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, Alfonso Arias, «este año la maduración está un poco adelantada». Y rogó suerte también para todas las empresas del sector.

Como regalo a la Virgen Santa María la Real, se ofreció también una figura con dos hombres pisando las uvas.