Un carril bici que no convence
El vial inagurado en Ponferrada genera críticas en ciclistas y conductores.
Ponferrada parece abierta a potenciar el uso del transporte alternativo, pero el nuevo carril bici presentado el jueves por el alcalde de Ponferrada, López Riesco, no termina de convencer ni a los ciclistas, ni a los conductores.
Esta obra que amplió en tres kilómetros el vial para bicicletas y que pretende sumar hasta diez kilómetros de asfalto para estos vehículos en los próximos meses fue calificada ayer como una «chapuza» por los vecinos de las avenidas de la Libertad y Huertas del Sacramento. Estas zonas han disminuido sus plazas de aparcamiento al cambiar la forma de estacionar de batería a paralelo de la acera y esto ha generado unas críticas que fueron comentadas ayer a píe de calle a este diario. «Los aparcamientos están muy mal y los han disminuido en más de tres cuartas partes. Además es peligrosos porque al abrir las puertas del coche puedes dar a los ciclistas. En otras ciudades los carriles están en las aceras», explicó uno de los vecinos de la avenida de Huertas del Sacramento, Blas Fernández. Otros vecinos también expresaron su indignación como V. A. B. P. y I. B. G, que añadieron «Es una chapuza y además es peligroso, tendría que ir de al revés, el carril pegado a la acera y no como va. Además las aceras en esta zona son muy anchas y se podía haber hecho por ahí» a los que se sumaron las voces de Ignacio y Senorina Álvarez que remarcaron que «era muy peligroso a la hora de aparcar o salir». Aunque aún no ha habido ningún incidente, la camareras de uno de los locales de la avenida, Cristina C., aseguró que «pronto los habrá». Pero las críticas no parecen encaminadas a la iniciativa de crear espacios para los ciclistas en la ciudad, sino a la forma en la que se ha realizado. «Está mal hecho aunque la idea es buena. Ya tenía que haberlo hecho hace muchos años. Apoyo el carril bici pero está mal señalizado, tendría que estar de otro color», dijo otro viandante, Julio Acebedo. Durante la mañana fueron pocas las bicicletas que se atrevieron a utilizar el nuevo carril, exactamente dos, y en su recorrido tuvieron que bordear a diferentes coches estacionados en doble fila. Otros ciclistas circulaban por la acera por seguridad o porque no se habían percatado de este nuevo espacio para ellos. «No lo sabía, me acabo de dar cuenta al cruzar», fueron las palabras de Noelia Gregorio, que iba en bicicleta por la acera. Sin embargo a la hora de valorar el carril, añadió que «es muy poco y es inseguro, pero aunque a mi me da miedo circular por la carretera está bien». Otra familia que circulaba con los niños en bicicleta por la acera tuvieron una valoración dispar, la mujer A.T. le parecía «un espacio mal utilizado», pero para su marido la peligrosidad del trazado estaba en los vehículos.