Las protestas no evitan la pérdida de cuatro carteros en Ancares y Alto Sil

El recorte en el servicio de Correos en los Ancares y el Alto Sil se hace efectivo desde hoy con la pérdida de carteros. En concreto, se trata de la eliminación de cuatro plazas de reparto en moto para las zonas de Fabero, Fabero-Ocero, Vega de Espinareda y Matarrosa del Sil. De nada han servido las conversaciones entre sindicatos (la Central Sindical Independiente y de Funcionarios de Correos, CC.OO., UGT y el Sindicato Libre de Correos) y los responsables del servicio postal en la provincia, ni las manifestaciones como las que tuvieron lugar frente a la oficina de Correos faberense ayer y el pasado día 19 de agosto. Incluso, como último esfuerzo, durante el martes se celebró una reunión con el director territorial que resultó infructuosa.

A estas protestas se han unido también los ciudadanos que consideran que este recorte repercutirá en el servicio recibido. «Esto es un ejemplo de como un problema laboral pasa a ser ciudadano», resaltó ayer el secretario del sector postal en León de Comisiones Obreras, Fermín García del Río. Por ello, los sindicatos han pedido la dimisión del jefe de logística encargado de la provincia leonesa.

Los recortes supondrán que algunos trabajadores tengan que recorrer cada día más de 100 kilómetros para el reparto de cartas y por tanto, en opinión de CC.OO., el deterioro del servicio. «Con la plantilla que hay desde ahora, va a ser imposible físicamente llegar a todos los sitios. Las cartas dejarán de llegar con puntualidad, incluso las que atañen a servicios tan sensibles como la sanidad o la justicia», aseveró García del Río. Para los sindicatos, el descenso de número de empleados en los Ancares y el Alto Sil responde a una política de reducción de gastos debido a la crisis y porque el servicio «no es rentable y hay poca gente en los pueblos». Además, no se repetirán los paros de dos horas que han realizado en los últimos días.