Las empresas de Montearenas ligan el bajón de ventas al retraso de las obras

Los días pasan y las obras del principal acceso a Ponferrada por la avenida de Astorga siguen sin experimentar el empujón esperado tras el retraso motivado por los problemas económicos de la constructora adjudicataria y las subcontratas. Y ello está motivando que el enfado de los empresarios que tienen negocios en el polígono industrial de Montearenas crezca en una dimensión diametralmente opuesta a sus ingresos por las ventas.

Este periódico pulsó la opinión de un grupo de responsables de negocios cuyas fachadas dan a esta importante arteria viaria de entrada y salida de la ciudad y el descontento (por no decir cabreo contenido) era evidente en sus comentarios. Desde que circular con el coche o a pie por esta zona se ha convertido en una tarea más complicada durante el último año de obras, los dueños de estos establecimientos —relacionados con la automoción, talleres, supermercados y de utensilios para la casa— han experimentado un notable bajón en su habitual facturación. Y todo unido al declive económico que se viene arrastrando desde que comenzó la crisis.

Varios de los consultados, que prefieren que no se publique el nombre de su establecimiento, han llegado a utilizar la palabra «brutal» para describir el descenso de las ventas. Dicen que a los conductores que circulan por la zona les es mucho más complicado entrar a sus negocios, precisamente por las insalvables zanjas y las consiguientes incomodidades para desviarse del vial principal. Todo ello ocasiona que un buen número de potenciales clientes que antes entraba en sus establecimientos, ahora pase de largo para ahorrarse los contratiempos que están ocasionando los trabajos de reforma de esta avenida.

Temor a los cambios y escrito conjunto. Otro asunto que ayer preocupaba como añadido al problema del retraso en la conclusión de las obras era el diseño del trazado. Debido a los problemas con las subcontratas, la constructora han solicitado modificados de obra y los detalles de esos modificados están poniendo de los nervios a algunos empresarios del polígono de Montearenas.

De hecho, entre ellos ya se han reunido y acordaron elaborar un escrito firmado por los afectados que harán llegar al alcalde cuanto antes. En ese escrito plantean su temor a que el diseño de esta arteria viaria pueda perjudicar a los negocios debido a que no se facilite la entrada directa de los coches a los establecimientos. Quieren que eso suceda como lo venían haciendo los conductores hasta antes de que comenzaran las obras. Ya ha habido reuniones con técnicos municipales, pero esperan que todos estos detalles que puedan perjudicarles queden solventados cuanto antes.