Antracita berciana para secuestrar CO2

Eran las 6.30 horas de ayer cuando el hogar de la caldera de lecho fluido circulante alcanzó las condiciones de temperatura óptimas: 550 grados centígrados. Hora y media más tarde, comenzó a quemar carbón autóctono: antracita del Bierzo. El Centro de Desarrollo de Tecnologías de Captura de CO2, conocido como Es.CO2, cumplió así con el primer fuego que permitirá validar las tecnologías de oxicombustión, que comenzarán a experimentarse a principios del próximo año. «Es un hecho singular porque esta caldera está conectada a un proyecto europeo de grandes dimensiones», destacó el director de la Fundación Ciudad de la Energía, José Ángel Azuara, tras matizar que la quema de carbón pulverizado comenzó en abril, cumpliendo así con la primera fase del proyecto. De momento, la combustión de carbón berciano se está realizando en modo aire y no será hasta principios del 2012 cuando comiéncen las pruebas con la oxicombustión.

«Es una caldera única en su especie», ensalzó el técnico de la planta Iñaki Álvarez. La versatilidad del hogar, que puede quemar cualquier tipo de carbón triturado sin necesidad de que esté molido, es una de las ventajas del lecho fluido circulante, que permite reducir la emisiones contaminantes al 90%. Pero su singularidad principal es que puede quemar en modo oxicombustión, con una concentración de oxígeno de hasta el 40%. El hogar, donde se produce la combustión, tiene paredes de agua donde se produce el vapor y una capacidad para quemar 5,5 toneladas de carbón autóctono a la hora con un consumo de oxígeno de ocho toneladas, lo que generará 30 megavatios térmicos cuando funcione en oxicombustión.

Durante los próximos «seis o siete meses» como destacó Azuara se irán realizando diferentes ajustes y pruebas que permitirán finalmente «capturar CO2», cumpliendo así con los ensayos comprometidos con la Unión Europea. En la sala de control, los operarios están alerta ante las once mil señales activas que emite la caldera con el objetivo de conseguir «una maduración tecnológica».

«El objetivo es validar la tecnología y conseguir que sea lo más económica y eficiente posible», destacó José Ángel Azuara, que insistió en que por este motivo es preciso ir realizando ajustes en el tipo de carbón, en las proporciones de oxígeno, en los procesos o en los sistemas de control. Durante todo este mes se seguirá quemando antracita berciana, que ha tenido «un valor sentimental, casi folk», según el director de la Ciuden. En el marco de la Unión Europea se están desarrollando diferentes procesos para conseguir impulsar centrales térmicas con valor comercial. La planta de Cubillos del Sil tendrá entre quince y 20 años para probar la tecnología de la oxicombustión, por lo que el proceso se irá desarrollando poco a poco.