Milagro en un pinar de Santo Tomás

Toda la parsimonia con la que las instituciones han contemplado en los últimos dos años la agonía de LM Wind Power en La Llanada se tornó celeridad cuando a finales de 1998 se anunció el propósito de la multinacional de instalarse en Ponferrada. El proyecto —algo casi inédito— dio lugar por sí mismo a la creación de un polo empresarial donde sólo crecían pinos.

El Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León, con el respaldo de los fondos de reactivación Miner, se pusieron al servicio de la fabricante de palas. La recalificación industrial del suelo comunal de la Junta Vecinal de Santo Tomás fue fulgurante. Y en julio de 1999, en el pinar se obró el milagro. Se colocó la primera piedra de la planta, para la que se liberaron gratuitamente 120.000 metros cuadrados. Ahora, una vez que se consume el desmantelamiento, éstos revertirán de nuevo en la pedanía, que creyó encontrar un filón de oro cuando el consistorio aún firmó un segundo convenio de contraprestaciones para disponer de 400.000 metros más con el fin de que nuevas industrias, como la también eólica Comonor, se instalaran en la zona. Diez años después LM era ya la única que seguía activa tras varios y sonoros fiascos.