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Los cacos cierran una buena cosecha

Asaja denuncia el alto índice de robos en fincas durante la campaña de frutas.

Finca de pera conferencia en la zona central berciana.

Publicado por
m. c. canedo | cacabelos
León

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La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) del Bierzo denunció ayer la sucesión de robos de productos fitosanitarios, material y hasta animales que ha sacudido al Bierzo durante las campañas de recogida de frutas y de vendimia. La organización cuestionó abiertamente el éxito del operativo de vigilancia que, cada año por estas fechas, desarrolla la Guardia Civil en el medio rural y asegura que muchos agricultores y ganaderos no han presentado denuncias por el excesivo papeleo y porque consideran que «sirven de poco». Así lo remarcó el responsable de Asaja-Bierzo, Roberto Canedo.

De hecho, Canedo considera que el panorama para los profesionales del campo es «muy negativo». Aseguró que en esta campaña se han registrado los mismos robos de fruta que en las precedentes. «Pero además se ha registrado el robo de gasóleo, maquinaria, hierros y también ovejas, cabras y algún ternero. Lo que ocurre es que una cosa es lo que pasa y otra las denuncias. Porque si se denuncia queda el dato, pero por el trastorno que te ocasiona, muchos agricultores no denuncian esos hurtos» explicó.

Más Guardia Civil. «Aquí en el medio rural se ve a los agentes pero no tienen medios suficientes para cubrir todo. Sería necesario mucho más», según el máximo responsable de Asaja en la comarca, que cree que debe pedirse más presencia de la Guardia Civil. El responsable de Asaja también llamó especialmente la atención sobre los robos de animales, desde gallinas hasta terneros que pastaban por los montes. Canedo considera que obedecen a la necesidad de subsistencia de los ladrones. «Cuando se roba un animal es para comer, digo yo. Lo que pasa es que después hay muchas otras sustracciones. Por ejemplo, en la comunidad de regantes de Quilós nos llegaron a robar, en una noche, ocho alcantarillas y compuertas». En los casos del material sustraído, las comunidades de regantes se vieron obligadas a reponer esas piezas con rapidez, para evitar problemas mayores..