Un área maldita tras el incendio del 89, que quemó 17 pallozas

El fuego se convirtió en la gran maldición de la aldea ancaresa de Campo de Agua también un mes de octubre. La noche del 9 de octubre de 1989 las llamas arrasaron la mayor parte del gran tesoro etnográfico y patrimonial de esta localidad. De las 22 pallozas que componían el conjunto de construcciones circulares de piedra y techos de paja, que fueron declaradas Patrimonio Histórico Nacional, sólo cinco salieron indemnes de aquel pavoroso incendio. Las seculares pallozas habían sido restauradas poco antes por el Ministerio de Cultura, la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial. Además de su valor arquitectónico, histórico y etnográfico, el conjunto estaba llamado a convertirse en un gran recurso turístico para una zona como la del Bierzo Oeste ya entonces víctima de un brutal éxodo rural. Casi veintidós años después, ningún administración ha sido capaz de devolver las pallozas a su estado original, con lo que ello supondría de revulsivo para la atracción de visitantes. De hecho, la falta de ayudas institucionales, repetidamente reclamadas por propietarios y asociaciones culturales, mantiene en condiciones, como tras el incendio del 89, sólo seis pallozas y un hórreo típico de este área.