«No tengo problemas con los vecinos, pero les he prohibido muchas cosas»
El imputado, con el uniforme de celador, tras declarar.
El único imputado por el incendio que acabó afectado a 305 hectáreas de roble, acebo, matorral y brezo, negó ante los agentes que le interrogaron que tenga problemas con los vecinos de la zona. «Aunque les he prohibido muchas cosas», añadió.
Después, y ante la jueza, especuló con la posibilidad de que los testimonios vecinales en su contra esté influidos por sus prohibiciones para preservar la caza en la Reserva. «La única explicación» que Alberto García encuentra a esos testimonios es el resquemor de unos vecinos que podían «hacer lo que querían» antes de que él llegara a la Reserva. El acusado sospecha que «muchos» de los que han declarado en su contra en el atestado policial debe estar denunciados por él.
Tres vecinos, uno de ellos provisto de prismáticos, han declarado que vieron su vehículo circulando en la zona del incendio y a la hora en la que se propagaron las llamas. «Al llegar a la zona del valle, se detuvo dos minutos, luego continuó el recorrido y empezó a salir humo y fuego, cogiendo mucha fuerza», manifestó el testigo de los prismáticos. Alberto García, sin embargo, asegura que a las 15.56, hora del incendio, tomaba café en Villar de Acero.