El Bierzo se dividirá en distritos que siguen el patrón de las áreas de salud
De Santiago se comprometió con Arias a amortizar la deuda de más de 1,5 millones.
La reunión mantenida ayer entre el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, y el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Alfonso Arias, ha resultado fructífera para la entidad berciana. Al menos esa es la consideración del responsable de la misma, satisfecho tras conocer que la comarca tendrá un trato especial en la nueva ordenación del territorio en distritos promovida por la Administración regional. La agrupación de municipios será voluntaria, seguirá un patrón similar al de las actuales áreas de salud y no desaparecerá ningún ayuntamiento. En este marco, el Consejo podría pasar a desarrollar competencias que ahora se le atribuyen a las mancomunidades. Esta es la pretensión de Arias, siempre contando con el acuerdo de las entidades locales y de la Diputación.
«El Consejo Comarcal sólo puede salir fortalecido y con más competencias en servicios de las que tiene actualmente», consideró su presidente, recordando que «la única comarca que hay en Castilla y León es la del Bierzo, con lo cual tiene que recibir un tratamiento especial». En este sentido —prosiguió Arias— el consejero se ha comprometido a definir qué servicios prestará el Consejo una vez queden definidos los distritos.
El Bierzo se divide en seis zonas básicas de salud rurales —Cacabelos, Fabero, Puente de Domingo Flórez, Toreno, Villablino y Villafranca—, una semiurbana localizada en Bembibre y las zonas de salud de Ponferrada. Así se estructurará la comarca tras la reordenación. «Habría dos tipos de distritos, uno urbano que sería Ponferrada porque tiene más de 20.000 habitantes, y los distritos rurales, con menos de 20.000 habitantes, basados en la distribución del área sanitaria», explicó Alfonso Arias, asegurando que lo que se busca con el distrito de interés comunitario es que los servicios que se le prestan al ciudadano sean más eficientes.
La base fundamental de la asunción de los servicios que prestan las mancomunidades es la autofinanciación. Tener dinero propio que permita al una mejor subsistencia resulta crucial para la entidad, con una deuda que supera los 1,5 millones de euros. Precisamente al respecto, la Consejería de Presidencia estudiará fórmulas de amortización de la misma, según explicó Alfonso Arias. Un colchón de aire para la maltrecha economía de la institución berciana que, no obstante, deberá controlar el gasto. El Consejo debe demostrar austeridad en la gestión financiera.
En la reunión participaron también la viceconsejera de Administración, María José Salgueiro; el director de Ordenación del Territorio, Luis Miguel González y el delegado territorial, Guillermo García.