Un vecino denuncia al alcalde de Carucedo por causarle 18 puntos en la cabeza «a puñetazos»
El herido, que es presidente de la asociación de vecinos, sostiene que el móvil tiene que ver con unas fincas.
Tomás Martínez con la cabeza vendada con su madre a la puerta de su casa.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Carucedo, Tomás Martínez, ha presentado una denuncia en los cuarteles de la Guardia Civil de Puente de Domingo Flórez y Ponferrada contra el alcalde de Carucedo, el socialista Clemades Rodríguez, por una agresión que le ha causado heridas cortantes en la cabeza, en las dos piernas y hematomas en cuello y espalda derecha. Tomás Martínez tiene 18 puntos de sutura en la frente —tres cortadas, una de ellas de sien a sien—, y otros seis puntos en la pierna izquierda, además de una cortada en la derecha y dolores en el hombro y cervicales. El motivo de esta agresión, según el herido, tiene que ver con varios pleitos que mantiene con el Ayuntamiento por la propiedad de unas fincas. El alcalde dice que son comunales y el afectado que son de él en base a escrituras que posee.
Según la denuncia por lesiones, el parte médico y la versión del propio agredido, todo comenzó hacia las 19.15 horas del pasado 7 de diciembre. Tomás relata que estaba fumando en el patio de su casa y se sorprendió al ver que de noche el alcalde salía de la panadería, situada en el edificio de enfrente. «Clemades compró el pan y al salir paró el coche delante de mi puerta y empezó a gritarme y de todo; y yo, como soy un gilipollas que respondo a todas las provocaciones, abrí la verja de mi casa y sólo que la abrí no me dio tiempo a más y recibí un golpe en la cabeza; vi que llevaba algo que le sobresalía en la mano derecha, con la que me golpeó. Al golpearme me quedé sin sentido y caí al suelo», manifiesta el presidente vecinal.
Cuenta Tomás, de 58 años, que cuando empezó a recuperar el sentido escuchó gritar a su madre Micaela Fernández, de 84: «Yo estaba entonces debajo del coche de él (del alcalde, un Opel Insignia), lleno de golpes, lleno de sangre y era incapaz de moverme y salir de debajo». Fueron los dos panaderos jóvenes los que, según recuerda, lo sacaron de debajo del vehículo. «Mi madre estaba fuera de sí y cuando recuperé el sentido llamé al 112 porque tenía el cuerpo lleno de sangre; el alcalde recuerdo que me quería llevar al Hospital, pero me negué y cuando llegó la ambulancia y la Guardia Civil, él ya no estaba», dice. Tomás enseña también como pruebas su camisa y pantalón, rotos y ensangrentados.