Vitro reúne al comité para negociar un ERE que dé viabilidad a la empresa
La multinacional baraja la idea de combinar extinción con suspensión de contratos.
Vitro Cristalglass, uno de los pesos pesados industriales del Bierzo que resiste a duras penas a los embates de la crisis, comienza a flaquear. La filial española de la multinacional vidriera mexicana prepara la presentación inminente de un expediente de regulación de empleo (ERE) para su actual plantilla de 400 trabajadores en los centros de producción de La Rozada (Toral de los Vados) y de Camponaraya.
Según ha podido conocer este periódico, los representantes de los comités de ambos centros fueron convocados ayer por la tarde de urgencia para conocer de primera mano las condiciones en las que se pretende afrontar el ajuste. Pero la patronal no puso sobre la mesa números concretos. El presidente del comité, Miguel Acebo, corroboró esta información y dejó claro escuetametne que si las plantas quieren seguir abiertas es imprescindible una «reestructuración» laboral. La justificación de la medida obedece en términos generales a las malas expectativas que persisten en cuanto a la evolución del negocio en España, vinculado básicamente a la construcción tanto de viviendas como de edificación pública.
Los últimos datos financieros difundidos por Vitro en el tercer trimestre del año pasado daban cuenta de una caída del 23% en la facturación de las subsidiarias extranjeras de la división de Vidrio Plano del conglomerado entre las que la gran cabeza visible es precisamente Vitro Cristalglass.
El portavoz de los trabajadores indicó que la compañía sigue viendo futuro en el Bierzo, pero adecuándose a la coyuntura del mercado. Y se negó a concretar cuál será la postura negociadora hasta que el ERE se presente oficialmente y se abra el preceptivo periodo de consultas. En otros círculos conocedores de la propuesta, en cambio, se apuntó un grado de alarmismo bastante más acentuado.
Cabe la posibilidad de que la multinacional que tiene su sede en Monterrey presente un ERE combinado. Es decir de suspensión de contratos, pero también extintivo. En total podría alcanzar hasta a un tercio de la mano de obra directa. El anuncio, en todo caso, supone un gran jarro de agua fría para los trabajadores, que el pasado mes de diciembre acogieron con relativo optimismo el cambio en la dirección general de Cristalglass, cargo en el que fue sustituido José Cubillo por un ejecutivo del núcleo mexicano de la compañía. Este periódico intentó ayer sin éxito contactar con fuentes de la empresa a lo largo de la tarde.