Conmoción en el tanatorio a la espera de decidir dónde se entierra al menor
Trasladarse al tanatorio donde se velaba el cuerpo del pequeño, una vez realizada la autopsia, fue lo primero que hicieron la madre del niño y toda su familia nada más producirse la puesta en libertad ayer por la noche. Y en el tanatorio se encontraron con la familia paterna, en una escena que añadió todavía más dramatismo y consternación al suceso.
Ambas familias deben decidir ahora donde tiene lugar el entierro del niño de dos años; si el funeral tiene lugar en la localidad albaceteña en la que residía la madre, o bien si se produce el traslado de sus restos mortales a Ponferrada, donde reside el padre.
Pesar en Toral y Ponferrada. El padre del menor fallecido es un conocido hostelero que regenta dos negocios en Ponferrada, el Marrakech y el Fandangos. La pareja había roto después de algunos años de convivencia y la joven madre decidió trasladarse a Tarazona de La Mancha, donde ya trabajaba su padre y donde empezó una nueva relación sentimental con un joven de la localidad.
La noticia tenía ayer conmocionada a Toral de los Vados y al vecindario del hostelero en Ponferrada. Pero al menos, dentro de la irreparable pérdida del niño, cabe el alivio general de que esta se haya producido por un desafortunado accidente, tal y como todos sus allegados pensaban en Ponferrada, en Toral y en Tarazona.
La familia de la nueva pareja de la joven es muy conocida en Tarazona, una localidad de seis mil habitantes. El alcalde apuntó desde el principio a que el fallecimiento podía deberse a «un faltal y desgraciado accidente». Juan Vicente Oltra entendía que la detención había sido «preventiva», cumpliendo los protocolos.