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El ajuste de Vitro afectará a un máximo de 161 obreros en cada turno de 180 días

Los comités comunicarán hoy si aceptan los dos ERE semestrales del preacuerdo .

Trabajadores de Vitro Cristalglass en una foto de archivo. Le empresa quiere que haya unos 260 activos durante el ajuste.

Ponferrada

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El comité de empresa de Vitro Cristalglass confirmó ayer que el ajuste temporal de empleo incluirá prácticamente a toda la plantilla de 421 trabajadores de la multinacional en el Bierzo durante dos periodos de seis meses consecutivos. Cada expediente de regulación de empleo (ERE) afectará finalmente a un máximo de 161 operarios por turno —148 en La Rozada (Toral) y 13 en Camponaraya— de forma que siempre haya en torno a 260 trabajadores en sus puestos.

A la espera de que los comités de empresa se reúnan hoy para decidir si convierten el preacuerdo con la empresa en definitivo, y después de que ayer informaran a los trabajadores de la delicada situación en la que se encuentra la compañía, el responsable del comité de La Rozada (368 trabajadores de los 421 de Vitro en el Bierzo), el ugetista Miguel Ángel Acebo, insistió en que está en juego la continuidad de la multinacional en la comarca.

El preacuerdo divide la plantilla de Vitro en función de los días que cada trabajador haya estado incluido en el último ERE de suspensión de cuatro meses de forma que sólo cumplirán los 180 días completos quienes no hayan participado en el ajuste anterior o hayan regresado a su puesto hace más de seis meses. El resto sólo participará en alguno de los dos ERE con el margen de tiempo que les quede hasta completar los seis meses, explicó Acebo.

El principio de acuerdo pretende evitar el despido de 140 trabajadores que la pasada semana puso sobre la mesa la dirección de la compañía. Vitro Cristalglass pretendía quedarse con unos trescientos obreros en el Bierzo y aplazar el pago de las indemnizaciones por despido ante su falta de liquidez. Las negociaciones, según adelantó ayer este periódico, han logrado que la empresa renuncie a los despidos durante al menos un año a cambio de involucrar a prácticamente toda la plantilla en dos ERE temporales de seis meses consecutivos.

El preacuerdo también incluye una reunión mensual entre los comités y la dirección para evaluar la situación y realizar un seguimiento del ajuste, y una reunión trimestral con el director de Recursos Humanos de la multinacional, como garantía adicional. Los representantes sindicales tuvieron que escuchar ayer más de un reproche en las asambleas, aunque Acebo confía en que la plantilla acabe entendiendo la situación. «Comprendo el nerviosismo y la incertidumbre», afirmó.