«Confío en que mi hijo continúe con la tradición»

Nieto e hijo de lambriones, a sus 51 años, Vicente Parra arrastra a sus espaldas una historia de más de dos décadas vinculada a esta figura. Cada año, el día anterior a la lectura del pregón de la Semana Santa ponferradina, Parra se viste de negro de arriba abajo y proclama a golpe de campana la llegada de la Pasión. Lo hace desde 1990. Entonces tenía tan sólo 29 años. «El mismo año en que mi padre falleció, yo salí por primera vez», recuerda. «Para mí significa mucho, porque es una tradición que en mi casa se ha vivido con mucho entusiasmo ya desde los tiempos de mi abuelo».

Su mayor ilusión sería que su hijo, que ahora tiene 23 años, continuase con esta tradición familiar. Para ello, claro está, tiene que dar permiso la junta de la Hermandad Jesús Nazareno, a la que su hijo pertenece desde el mismo día en que nació, tal y como su padre hizo con él y su abuela había hecho con su padre.

No obstante, por el momento no tiene intención de dejar de vestirse de negro para recibir a la Semana Santa. «Para mí esta figura lo representa todo. Vivo el recorrido por las calles de Ponferrada con gran intensidad y en todo momento me siento perfectamente identificado con el personaje que represento», apuntó. Eso sí, asegura que ya no hace lo que incluso su padre hacía. Ya no se detiene en las bodegas para probar el vino nuevo que dio nombre al Chupacandiles.