Dos ancianos oyeron gritar a los agresores «¡Ahí va, ahí va!»

 

El barrio del Temple es una zona tranquila por la semana, pero hay vecinos que, sin dar su nombre, no ocultan su miedo al ser preguntados por el fin de semana. Y varios de ellos fueron testigos del jaleo de la madrugada del domingo.

 

Un matrimonio de edad avanzada con el que habló este periódico relataba que habían escuchado desde su casa los gritos por la calle minutos antes de caer mortalmente herido el súbdito dominicano hacia el final de la calle Conde de los Gaitanes. Ella y él coincidían al recordar la frase que escucharon al grupo de personas que perseguía por la calle a Inocencio Montero para agredirle: «¡Ahí va, ahí va!», se decían unos a otros para intentar darle alcance calle  abajo. «Nosotros no vimos nada, ni podemos identificar a nadie, porque no quisimos levantar la persiana de la habitación (ésta da la calle desde la planta baja por la que corrieron agredido y agresores), pero escuchamos todo el jaleo y lo que gritaban», comentaba el vecino del barrio.