Ruber demanda 120.000 euros a un paciente que acabó operado en el Hospital
La clínica le intervino de próstata, pero el hombre terminó con múltiples daños orgánicos.
La fachada del colegio La Inmaculada en Ponferrada.
Ingresó en la conocida Clínica Ruber Internacional el 15 de abril del 2009 para someterse a una operación de próstata. L.S.L., vecino de Ponferrada de 65 años, confiaba en un nuevo sistema implantado en el afamado hospital madrileño para salir airoso en cinco días de la intervención. Pero no abandonó el centro hasta el 17 de junio después de someterse a diversos tratamientos por las complicaciones surgidas en su organismo. No sólo eso, tres días más tarde, el 20 de junio, tuvo que acudir al Hospital del Bierzo para ser operado de un grave problema vesicular, que a decir de los especialistas y también de su abogado, podría haberle abocado a la muerte.
Todas esas cuestiones salieron ayer a relucir en el juicio celebrado en el Juzgado de Primera e Instancia número 5 de Ponferrada al hilo de la demanda presentada por la Clínica Ruber contra su ex cliente para intentar cobrar una factura de 120.000 euros adicionales por los tratamientos posteriores a la operación de próstata.
El letrado de L.S.L., Ángel Fernández Argüello, explicó a este periódico que su defendido pagó a Ruber 35.000 euros por adelantado para ser atendido de su afección de próstata. Y trató de demostrar que todas las complicaciones posteriores se produjeron al hilo de una actuación que dejó mucho que desear y que le afectó a los intestinos y también a la vesícula.
Los representantes de los médicos que le asistieron, sin embargo, mantuvieron en las conclusiones de la vista la demanda de los mencionados 120.000 euros adicionales tras confrontar profusa y confusamente criterios sobre la relación laboral de los profesionales y la empresa hospitalaria. La defensa, en consonancia con los argumentos esgrimidos durante una sesión que prolongó durante más de cuatro horas, solicitó la desestimación íntegra de la demanda.
El abogado del afectado y a la vez denunciado, subrayó que a la espera de la sentencia que dicte el titular del número 5, lo que no se descarta es que en último término su cliente pueda terminar actuando judicialmente contra Ruber por los daños causado. «Fue para siete días confiando en esa clínica y acabó con 77 días de ingreso. Es increíble que ahora encima le pidan esa cantidad», subrayó Fernández Argüello. Su argumentación fue respaldado en el juicio por varios especialistas, médicos, entre los que se contaban profesionales del Hospital del Bierzo, donde los tratamientos acabaron prolongándose durante más de un año.