FABERO
PSOE e IU tumban el plan de ajuste y el alcalde teme la quiebra del Ayuntamiento
Si el Gobierno retiene el 100% de los tributos, el Consistorio no podrá afrontar ningún pago.
El alcalde de Fabero, José Ramón Cerezales, se debate ahora mismo entre la incertidumbre y la incredulidad después de que PSOE e IU abortaran el intento del equipo de gobierno formado por PP y Mass de aprobar un plan de ajuste exigido por el Gobierno central a través de un Real Decreto. La oposición ha dicho no a los recortes que deben aplicarse para cumplir con los objetivos y el alcalde no sabe exactamente qué va a pasar ahora, aunque teme la intervención de la Administración local y la quiebra. Y es que Cerezales no puede entender por qué los socialistas han votado en contra de dar solución a una deuda que ellos —recordó el regidor— han generado y no han aportado alternativa alguna a sus propuestas.
Recuerda el alcalde de Fabero que la deuda actual del Ayuntamiento es de más de tres millones de euros —más de 1,7 de deuda bancaria y más de 1,3 de pagos pendientes con proveedores—. Una cantidad que, teme Cerezales, seguirá incrementándose con el paso de los días, ya que asegura tener sobre su mesa nuevas facturas de proveedores que suman un montante superior a los 200.000 euros. «El plan de ajuste es obligatorio y si no se consigue sacar adelante se producirá una intervención en los tributos. Si nos retienen el 100% de los tributos esto es la quiebra total porque ni siquiera podríamos afrontar el pago de las nóminas de los trabajadores», se lamentó el alcalde, aclarando que los gastos que se han producido desde que él dirige el Consistorio han sido, en su mayoría, para pagar deudas pendientes del anterior equipo de gobierno e intentar poner al día las cuentas municipales.
José Ramón Cerezales desmintió, además, que el Ayuntamiento fuera a subir inmediatamente los impuestos, sino que esto sería la última opción de no conseguir los objetivos con el recorte de los servicios. Y es que garantiza que el ahorro obtenido al reducir los meses de apertura de las piscinas, ajustar el consumo energético y los sueldos es, de momento, suficiente.