Diario de León

Sarracín, un castillo en el aire

Patrimonio autoriza a Vega de Valcarce a realizar excavaciones arqueológicas y desescombrar su castillo, pero los técnicos recomiendan apuntalar antes la ruinas.

Las ruinas del castillo de Sarracín, en Vega de Valcarce, en una imagen de archivo.

Las ruinas del castillo de Sarracín, en Vega de Valcarce, en una imagen de archivo.

Ponferrada

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«El castillo está apoyado en sus propios derrumbes. Es una ruina progresiva», decía ayer el historiador y coronel de artillería retirado Tomás Cembrero para advertir de los riesgos que corre la fortaleza medieval que desde mediados del siglo IX se eleva sobre la garganta del río Valcarce. Propiedad del Ayuntamiento de Vega de Valcarce, la Comisión Territorial de Patrimonio ya ha autorizado una campaña de excavaciones y de desescombro y limpieza de la fortaleza, aunque el informe arqueológico de los técnicos de la Junta no deja de recomendar apuntalar antes los muros del monumento y prohibir el acceso de forma temporal ante el riesgo de desplome.

Cembrero es de los que claman para que antes de realizar las catas arqueológicos y adecentar la fortaleza para hacerla visitable, se consoliden sus muros. «En la torre menor y en la torre mayor, es urgentísimo hacerlo», avisó. El ex militar es uno de los particulares que está colaborando con el Ayuntamiento junto al arquitecto Fidel Ramón Pérez para realizar un estudio detallado sobre el monumento, cuya primera edificación data de entre los años 850 y 856, asegura, en la época en la que los primeros reyes asturianos avanzaban en la reconquista hacia el sur de la península. El inmueble histórico tiene otras cinco etapas constructivas como la de finales del siglo XV, que adaptó sus troneras para albergar cinco cañones de pequeño calibre, o la reforma palacial que Cembranos sitúa a comienzos del siglo XVIII y que reconvirtió un edificio militar, posiblemente en desuso desde 1505 en una suerte de pabellón de caza del marquesado de Villafranca, momento en que se levantaron las dos torres y se abrieron ventanales hacia el sur.

Los técnicos de la Junta ya ha visitado las ruinas tras la solicitud del Ayuntamiento para ponerlo en valor y recomiendan empezar por apuntalar las ruinas. Cembrero es de la misma opinión y espera que el Ayuntamiento y la asociación nacida para financiar la restauración con aportaciones de particulares aplacen la campaña de excavaciones autorizada por la Comisión Territorial de Patrimonio. «De los cuatro sondeos que propone, dos no deberían realizarse directamente, uno hay que moverlo y sólo estoy de acuerdo con el cuarto», insistió el experto en arquitectura militar, que considera «una barbaridad» excavar sin apuntalar.

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